María del Yerro y Javier Alonso son los fundadores de esta bodega de Roa (Burgos)
Ya han pasado 20 años desde que la familia Alonso del Yerro decidiera perseguir su sueño y crear una bodega familiar en Roa (Burgos), donde encontró el terruño perfecto para este proyecto. Corría el año 2002 cuando Javier Alonso y María del Yerro comenzaron esta aventura, en la que han involucrado a toda la familia y en la que la segunda generación, encabezada por su hijo Miguel Alonso del Yerro como director técnico, ya están muy presentes. “Alonso del Yerro nació de un sueño, pero de un anhelo bien estudiado y con la certeza de que sería un proyecto a largo plazo. Animamos a perseguir los sueños, siempre que estén basados en la realidad, que haya detrás un gran proyecto profesional, mucho apoyo familiar y una gran pasión”, afirma María del Yerro.
La familia Alonso del Yerro tuvo claro desde el principio que el foco debía de estar en el viñedo y en sus suelos. Para ello cuentan con el asesoramiento del enólogo Stéphane Derenoncourt, quien apostó por recuperar el equilibrio natural de sus suelos, para que estos pudiesen hablar con claridad y transmitir su identidad al vino.
Con la inestimable ayuda de Claude Bourguignon, que durante cuatro años analizó el suelo de las parcelas, pudieron así realizar una completa radiografía de su terruño. Como consecuencia de estos estudios y para favorecer la salud y la identidad del viñedo, éste se cultiva ecológicamente (aunque no lo han certificado) y vinifican por separado cada tipo de suelo para que se exprese al máximo en sus vinos. En Roa elaboran María, un tinto elegante y personal fruto de una finca con mucha identidad y Alonso del Yerro, y en Toro elaboran Paydos.
Durante el evento se pudieron catar varias añadas de las tres marcas de la casa, que han actualizado su imagen recientemente. Entre los asistentes, la añada “triunfadora” fue la 2013, gracias a su equilibrio y a tener de todo en su justa medida.
Para que los amantes de sus vinos puedan repetir esta experiencia y ver la evolución de los mismos, han creado una caja muy exclusiva, la Caja Generaciones, que incluye seis añadas diferentes de Alonso del Yerro: 2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2018 y en la que se hace patente cómo han ido conociendo su terruño, creando unos vinos muy personales donde identidad de zona, respeto a la fruta y búsqueda de la elegancia marcan el carácter.
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