
Por Vanesa Viñolo
Veinticinco años han pasado desde que, en 1999, José María Entrecanales y María Marsans, decidieron apostar por el lado vinícola de la finca “La Verdosa”. Situada en Santa Cruz del Retamar (Toledo), es un espectacular paraje sin antecedentes vitivinícolas en el que plantaron, con la ayuda de Richard Smart, una colección varietal de la que fueron surgiendo esos primeros “arrayanes”, con el Premium a la cabeza. En 2009, tras la muerte de su esposo, María Marsans apuesta por una joven enóloga, Maite Sánchez, para que tome las riendas de esta bodega.
Con Maite, Arrayán ha ido “girando” hacia lo local, abriéndose a otras zonas como Cebreros, y creando una línea muy interesante de vinos apegados a su tierra, honrados y de gran pureza.
Desde hace un par de años, a la dirección de la bodega se ha ido incorporando la siguiente generación familiar, Alejandro y Mariana, quienes van tomando poco a poco el testigo y aportan su nueva visión en la bodega.
Así, este estupendo cumpleaños sirvió para presentar una nueva imagen que recalca la diferenciación de sus vinos según los paisajes y los suelos de donde proceden. Desde Vivir el Vino queremos felicitar a todo el gran equipo de Arrayán por este primer cuarto de siglo de elaboraciones y brindamos por la salud y futuro de esta bodega.