El Palo Cortado de la Cruz de 1767 fue diseñado en el año 2000 a partir de la uva palomino y desde entonces, su enólogo y bodeguero Luis Arroyo Felices ha dirigido su envejecimiento durante veinte años para conseguir este palo cortado, una edición muy limitada, fruto de 216 botas ubicadas en una bodega con más de 300 años de historia.