c/ Los Tintes, 8 | 47002 Valladolid
Ingredientes: 500 g de cecina de chivo, 100 g de cebolla pochada, 400 g de filete de anguila fresca, 400 g de berenjena china, 80 g de masa de trigo para cocción al vapor (gyozas), 1 l de fumet de anguila, 4 cebollas tiernas pequeñas y aceite de pimentón
Preparación De la cecina de chivo: Poner a remojo con 3 l de agua durante 24 horas y cocer en olla a presión durante 2 horas. Retirar la carne de los huesos y desgrasar el caldo. Mezclar con la cebolla pochada y poner a punto de sal. Rellenar las gyozas. De los filetes de anguila: Hacer una salmuera e introducir la anguila durante 1 hora. Escurrir y envasar en vacío. Cocer a 60 ºC durante 2 horas. De la cebolleta tierna: Pelar, escaldar y reservar. De la berenjena: Pelar y cocer en vacío durante 20 minutos a 85 ºC con sal y pimienta. Del fumet de anguila: 2 kg de espinas y cabeza de anguila, verde de puerro, 10 g de granos de pimienta negra, 30 g de ajo tierno, 100 g de zanahoria, 1 bulbo de hinojo, 200 g de raíz de apio, 50 cl de vino blanco y 3 l de agua. Saltear las espinas y cabezas en aceite. Añadir la verdura y el vino blanco hasta evaporarse. Cubrir con agua y hervir durante 20 m. Colar y reducir. Mezclar con el caldo de cecina y reducir. Cocer al vapor las gyozas. Saltear la berenjena y la cebolla en una sartén. Ahumar la anguila y calentar con el soplete dejando la piel crujiente. Colocar en el plato y añadir la salsa de cecina y anguila.Terminar con unos puntos de aceite de pimentón. Por último, colocamos en el plato y añadimos la salsa de cecina y anguila. Terminamos con unos puntos de aceite de pimentón.
Virgen de la Asunción | |
DO Ribera del Duero |
Este 100% Tinto Fino procede de los viñedos de La Horra (Burgos) con los que cuenta esta bodega decana de la DO Ribera del Duero (es una de las 12 pioneras) y que son su mayor riqueza. 200 hectáreas de viñas, algunas plantadas en 1900, con las que elabora vinos como este El Secreto de María, fruto de un viñedo de suelo arcilloso-calcáreo situado a una altitud de 830 m sobre el nivel del mar, que se vendimia manualmente. Con una crianza de 12 meses en barricas nuevas de roble francés y americano, es un tinto profundamente ribereño, con esa característica potencia de frutos negros (moras y arándanos) en nariz, que se conjuga con unas elegantes notas florales de violetas sobre un fondo de vainilla y coco de la barrica. En boca demuestra el poder de su raza, resultando bien estructurado y de tanino vivo pero noble. Con taninos vivos y a la vez redondos. Final muy largo. Producción limitada de 10.000 botellas