En 2001 Pedro Martínez se lanza a crear su propia bodega en La Rioja alavesa, cosechando desde sus inicios excelentes críticas gracias a una línea de vinos sinceros, elaborados a partir de las uvas de sus propios viñedos y a una bodega arquitectónicamente vanguardista, en la que la gravedad juega un papel fundamental en el desarrollo de todas las etapas de la elaboración. La bodega fue diseñada y construida por el arquitecto Iñaki Aspiazu, e inaugurada en 2002. Referente de la arquitectura moderna, está integrada en el paisaje, respetando el medio donde se enclava.
En Baigorri están especialmente comprometidos con proyectos de investigación eco sostenibles y de economía circular. Cuentan con una envidiable colección de viñedos en Samaniego y San Vicente de La Sonsierra, de las variedades Tempranillo y Viura, con abundancia de viñas viejas (con más de 40 años casi todas, algunas plantadas en los años 20 del pasado siglo como las de Mojón y Carrabaños). Entre sus viñedos caben destacar Finca La Canoca y Finca La Quintanilla, con los que elaboran sendos vinos de autor.