Y presenta una historia biográfica llena de vivencias
Por Jorge Díez
Bodegas Bilbaínas celebraba recientemente su 120 aniversario en su recién inaugurada sala Santiago Ugarte, el empresario vasco que “aunó voluntades, reunió dinero, redactó estatutos y, el 26 de julio de 1901, firmó la compra de la bodega a los propietarios franceses Sauvignon Frères & Cie, cuando estos decidieron abandonar Rioja por los altos aranceles que impuso el gobierno francés”.
Santiago revolucionó el panorama vitivinícola, apostando por la exportación a países como Francia, Alemania, México o Venezuela, y también adquiriendo viñedos únicos: Viña Zaco, Pomal, Paceta, Vicuana o Cuervo, un patrimonio que posicionó a Bodegas Bilbaínas como líder de la viticultura riojana.
Tenía el convencimiento de que los mejores vinos proceden de la mejores viñas, y esta manera de entender la vitivinicultura hace que hoy la bodega posea 250 ha de viñedo propio en las cercanías de Haro, siendo uno de los más extensos y de mayor calidad de la comunidad riojana. Además es la firma embotelladora más de antigua de la región, también una apuesta personal del citado dueño.
Sergio Fuster, CEO de Raventós Codorníu, grupo propietario de la bodega desde 1997, destacaba los valores de “osadía, origen y valor a la tierra” que imprimió Santiago Ugarte, y que hoy se mantienen.
Además, recordaba en este aniversario que “negocio, planeta y cuidar la tierra está en el ADN del grupo”, con un compromiso transversal: “Podíamos hacer solo vino, pero preferimos dar valor a la tierra”.
En esta cita se presentaba “La Estación de los Sueños”, una biografía emotiva de Bilbaínas, escrita por Federico Oldenburg, que no se queda en una revisión histórica y cronológica, sino que es un compendio de vivencias y experiencias compartidas, como pudimos comprobar en la presentación con los testimonios de Ana Ugarte Garbi, Juan Díez del Corral, o Mª José López de Heredia, entre otros.