
Una firme apuesta por la elaboración de vinos de guarda basados en el terruño
Bodegas Buezo es el sueño hecho realidad de Abel Buezo, un enamorado de su tierra que siempre había querido elaborar su propia y personalísima gama de vinos en su tierra.
El proyecto comenzaba a tomar forma en el año 2000 en la localidad burgalesa de Mahamud, ubicada en la comarca del Medio Arlanza. Allí, Abel adquiría la Finca Valdeazadón, una extensión de 50 ha de terreno ocupada en su mayor parte por viñedos propios que se asientan sobre tierras pobres y arcillosas a una altitud de entre 870 y 900 metros.
Desde aquella localización casi extrema y bajo los cuidados del enólogo, Fernando López, sus cepas autóctonas de Tempranillo, acompañadas de variedades foráneas como la Cabernet Sauvignon, la Petit Verdot, la Merlot y otras experimentales encaran los efectos del cambio climático con cierta ventaja gracias a un clima marcado por una notable amplitud térmica entre el día y la noche y por la continentalidad de sus largos y fríos inviernos y de sus veranos cortos, secos y calurosos.
En esa misma finca, al más puro estilo château bordelés, una moderna bodega recibe y procesa las uvas con las que elabora sus vinos, representados a día de hoy por cuatro referencias, todas ellas amparadas por la DO Arlanza:
Buezo Tempranillo Reserva 2005, la segunda añada de un varietal de Tempranillo que muestra con franqueza la personalidad de esta uva en los viñedos de la bodega.
Buezo Varietales Reserva 2005, que combina un 50% de Tempranillo con Merlot y Cabernet Sauvignon a partes iguales.
Buezo Petit Verdot Reserva 2005, cuya plantación fue una de las primeras que tuvo lugar en España.
Buezo Nattan Reserva 2005, un varietal de Tempranillo de exclusiva producción de tan solo 10.000 botellas. La fermentación se lleva a cabo por separado según parcelas y, mientras la alcohólica se realiza en depósitos troncocónicos de acero inoxidable, la maloláctica tiene lugar en tinos de roble francés de 10.000 litros. Tras la crianza de 18 meses en barricas bordelesas (225L) de roble francés, se seleccionan aquellas en las que el vino muestra parámetros especiales y diferenciadores del resto. Posteriormente, el vino descansa en botella durante al menos unos 90 meses más.