Por Jesús Rivasés
Columnista, tertuliano y escritor
Los vinos espumosos por excelencia en España son los cavas, aunque en nuestro país también existen otros vinos con burbujas que abundan más de lo que podrían imaginar los menos expertos. Los hay en Rueda, como el Bornos; en Navarra, como el Blanc de Blancs de Otazu; e incluso en Galicia, como el Mar de Frades Albariño Atlántico Brut Nature.
No son cavas ni champagnes, pero tampoco son ninguna rareza y no hay que despreciarlos, pues también tienen su público. Los hay en muchas partes y de muchos tipos, como los mal llamados “champagnes” de Crimea, o los spumanti italianos o los sparkling británicos.
Todos parecen parientes pero, con frecuencia, lo único que comparten son las burbujas y, en algunos casos, el método de producción: el tradicional méthode chamagnoise. En todo lo demás suelen ser diferentes, sobre todo por las uvas empleadas en su elaboración. En este sentido, el champagne es, por supuesto, el rey de los vinos espumosos, con unas uvas exclusivas que, sin embargo, últimamente también emplean algunos cavas.
La tradición burbujeante navideña y la excepcionalidad de este año se combinan para propiciar una buena ocasión para adentrarse en el conocimiento de otras burbujas, de todo tipo y también de todo precio. Es cierto que algunas pueden resultar difíciles de encontrar en España, pero la comercialización online hace milagros.
Jancis Robinson, la gurú y crítica del Financial Times, una vez más ha realizado una selección orientativa de burbujas del mundo, que encabeza con el cava Jaume Serra. Una referencia que puede resultar útil para quienes quieran adentrarse en una exploración tan fascinante como inolvidable. La lista de Robinson sigue con un Domaine des Dieux Claudia Brut 2013, de Sudáfrica, posiblemente lo más parecido a un auténtico champagne, ya que emplea el mismo tipo de uvas y el mismo método de elaboración.
Ofrece así un resultado excelente, a un precio que ronda los 20 euros. En Australia, concretamente en la región de Tasmania, encontramos House of Arras Blanc de Blancs, fermentado en tanques, no en botella. Su precio, de unos 30 euros, puede disuadir a muchos consumidores, aunque siempre hay excepciones.
Gusbourne Blanc de Blancs es un sparkling wine británico que, elaborado en Ashford, cerca de Kent, resulta admirablemente largo y complejo, hasta el punto de que suele ofrecerse a los más expertos en “champagne” sin que en muchas ocasiones alcancen a percibir la diferencia. No es casualidad que, como hemos comentado otras veces en estas páginas, las grandes casas de la Champagne, por razones del cambio climático, hayan comprado terrenos y establecido
nuevas bodegas en el sur del Reino Unido.
Una selección de burbujas, por supuesto, está incompleta sin al menos un champagne auténtico. Las elecciones de Robinson son clásicas y también algo más elevadas de precio, pero son también infalibles. Podemos destacar dos sobre el resto: el Bollinger PNVZ 15 Brut NZ, un rosado que es la última y más novedosa apuesta de una de las casas más emblemáticas de Champagne y también la marca que siempre pide James Bond, desde los tiempos de Sean Connery, en sus películas. Ronda los 80 euros, pero esta será una Navidad diferente.
No puede faltar tampoco un champagne tan auténtico como diferente, el Krug NV Grande Cuvée 168ème Édition. Ningún amante de las burbujas puede dejar de beber, aunque solo sea una vez en la vida, un Krug. Nunca lo olvidará. El precio es elevado y supera los 150 euros por botella. Es cierto que no está al alcance de todos, pero los aficionados siempre tienen el recurso de estar cerca de algún amigo en el momento oportuno. Es una opción, sin olvidar que
no solo el premio gordo, sino también una buena pedrea en la lotería de Navidad puede facilitar el capricho, que será toda una experiencia. Felices y burbujeantes navidades. Burbujas del mundo.