De vez en cuando, las casas de subastas más prestigiosas del mundo sorprenden con auténticas reliquias enológicas por las que a veces se pagan cifras desorbitantes.
Frente a la posibilidad de fraude, la prueba del Cesio 137 no establece la fecha exacta de elaboración de un vino, pero sí puede determinar si es anterior o posterior a 1945.
Se toma ese año como referencia porque fue entonces cuando la aviación de Estados Unidos dejó caer sendas bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Cada una de estas explosiones liberó en la atmósfera cantidades notables de isótopos radiactivos de Cesio-137 que, en contacto con la lluvia, formaron sales solubles. Estas sales fueron absorbidas por las plantas de todo el planeta a través de sus raíces.
Si bien no representan ningún peligro para la salud, todo vino elaborado a partir de aquella fecha contiene cantidades detectables de Cesio-137 y es por ello que se utiliza como método para determinar si es anterior o posterior a 1945.
Con los sucesivos ensayos y accidentes nucleares, la presencia de este isótopo radiactivo se ha ido incrementado ligeramente.