La emblemática finca leridana tiene dos milenios de antigüedad
La Fundación Castell del Remei tiene como objetivo proteger la propiedad de Penelles en la que se encuentra y que incluye, además de la casa-palacio, la bodega centenaria, el santuario dedicado a la Virgen María de Remei, el restaurante de cocina de la tierra y diversas edificaciones de la antigua colonia agrícola y molino, todo ello en un entorno natural de arboledas y lagos donde la biodiversidad es una prioridad.
La historia de la propiedad se remonta a la época romana, cuando se conocía como Choris, pasando a ser Cortis o Torre de Cortesa durante la Reconquista. En la Edad Media se conoció como Torre de n’Eral o Del Obispo y, finalmente, como Torre del Remei. Fue propiedad del Condado de Urgell del Obispado de Solsona y hasta los 80 del siglo XX estuvo en manos de la familia burguesa catalana de los Girona. Con un papel relevante en la construcción y el desarrollo del Canal de Urgell, en el siglo XIX fue la mayor hacienda agrícola de regadío de Catalunya.
La finca se encuentra rodeada de viñedos, arboledas y lagos y en sus dominios pueden encontrarse desde pavos reales y aves de corral, hasta cigüeñas, lechuzas, cernícalos y murciélagos. En sus proximidades está también el lago de La Plana, de gran interés ornitológico. Además, forma parte del Camino Catalán hacia Santiago de Compostela en su cuarta etapa, la que une Tárrega con Linyola.
Las áreas temáticas a las que dedicará su tarea la Fundación Castell del Remei son la biodiversidad, la cultura, la historia, el deporte, el patrimonio y el turismo. Y sus ámbitos de actuación son el debate, la divulgación, la documentación, el ocio y la solidaridad.