Al sur de la provincia de Burgos, entre las actuales localidades de Coruña de Conde y Peñalba de Castro, la antigua tribu celtíbera de los arévacos fundaba el poblado de Cluniaco o Kolounioukou. Con la llegada de los romanos, aquel asentamiento pasaría a ser conocido como Clunia Sulpicia, y así seguiría denoninándose hasta el siglo III cuando, coincidiendo con la decadencia del Imperio Romano de Occidente y con las progresivas incursiones bárbaras, que llegaron a incendiarla, se sumergió en un declive progresivo que le llevó a su completa desaparición.
Hoy, de aquella urbe se conservan numerosos restos arqueológicos, entre los que destaca un majestuoso teatro, rodeado de todo un entramado de casas y villas dispuestas de acuerdo a la típica planificación en cuadrículas en torno a foro.
Bodegas Clunia rinde homenaje a aquellos tiempos pasados, cultivando sus viñedos sobre unas tierras que aún hoy devuelven pequeños tesoros, tales como monedas y cerámicas y que además dan fe de la larga tradición vitivinícola de la zona.