· Cruz de Alba 2018 Ecológico y Cruz de Alba Fuentelún 2016 Ecológico
Por Jorge Díez
Sergio Ávila, enólogo de la bodega, nos transmitió su pasión por la tierra. Escuchándole te das cuenta de que vive de una manera sincera con su entorno, por lo que los vinos que elabora llevan un sello de sinceridad, respeto a su ecosistema y alta calidad.
Lleva trabajando en Cruz de Alba desde 2003. En 2006 inicia el cultivo ecológico y en 2008 empieza a gestionar el viñedo de forma biodinámica. Tras más de 12 años de trabajo se ha encontrado con un viñedo que forma parte del ecosistema circundante, donde conviven corzos, águilas calzadas, cernícalos… Este sistema de trabajo ha ayudado al viñedo a ser más rico; son suelos con más materia viva, y a ser activo y reactivo frente a las intervenciones externas.
En el año 2015 Cruz de Alba obtuvo la certificación de cultivo ecológico pero fue ayer cuando presentaron las primeras añadas certificadas: Cruz de Alba 2018 Ecológico y Cruz de Alba Fuentelún 2016 Ecológico. Son dos vinos de distinto perfil. El primero más frutal y fresco; el segundo un reserva sabroso, jugoso y con un tanino maduro. Ambos reflejan el camino que han recorrido Sergio y sus viñas hasta ahora.