Viñas de montaña, en pequeñas parcelas al pie de los Pirineos, donde reina la Garnacha. Esto es lo que hace especial a esta bodega situada en la pequeña localidad de Sada, al noreste de Navarra, alejada de las principales carreteras, donde los visitantes pueden descubrir monasterios y castillos, pueblos medievales y magníficos paisajes donde disfrutar de la naturaleza. Sus vinos están elaborados con uvas de pequeñas parcelas y la actuación de levaduras autóctonas para conservar la diversidad que aporta el viñedo y mantener ese carácter especial.