Prescriptores y profesionales pudieron conocer sus vinos de la mano de sus elaboradores
Por Vanesa Viñolo
La jornada de puertas abiertas comenzó con un pase exclusivo para prensa, en el que el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arlanza, Ramiro García Arnaiz, perfiló las características diferenciadoras de esta denominación de origen, sus paisajes y su legado varietal.
Esta pequeña DO, vertebrada por el río Arlanza y que se extiende a caballo entre Burgos y Palencia, cuenta con 18 bodegas y 9 productores, encontrándose a una mayor altitud que sus denominaciones vecinas (entre los 800 y los 1200 m) y diferenciándose también por un paisaje singular, con las sabinas como protagonistas. Su mayor activo: una colección de viñedos, muchos de ellos muy viejos, incluso centenarios, de gran riqueza varietal.
Durante una cata dirigida por María José Huertas (sumiller del restaurante Paco Roncero, con dos estrellas Michelin ) y contextualizada por los propios bodegueros, pudimos catar una buena representación del camino seguido en los últimos años por los vinos de Arlanza. Con el nexo de una estupenda acidez, Arlanza nos presentó una muestra de la riqueza y diversidad de la zona en forma de blancos, rosados, tintos roble, crianzas e incluso grandes reservas.
Especialmente atractivos resultaron el blanco que presentó Bodegas Septién, Boticario de Silos, un Albillo y Viura de viñas de más de 80 años de gran personalidad; el tinto con crianza Picofino de Palacio de Lerma, con mucho que ofrecer en el futuro o el Gran Lerma Reserva de Bodegas Lerma, un larga crianza que demuestra la elegancia y capacidad de envejecimiento de estos vinos.
Caminos contemporáneos, como el del elaborador de Vinos Sinceros con tintos como su espontáneo Colina Triste, conviviendo con otros más clásicos, pero todos ellos apostando firmemente por poner en valor sus uvas, sus tradiciones y su territorio.
Además, en los últimos tiempos la DO ha impulsado su Ruta del Vino como manera de darse a conocer, al tiempo que promueve campañas como “Un Vino Arlanza, Un Árbol”, en la que, en colaboración con la Diputación Provincial de Burgos y el apoyo de la Fundación La Caixa, ayuda a paliar los daños causados en el incendio que afectó a las localidades de Santo Domingo de Silos, Santibáñez del Val y Quintanilla del Coco a finales de julio. Y es que no hay que olvidar que la viña es uno de los mejores cortafuegos naturales que existen y que las bodegas son uno de los mayores fijadores de población rural en nuestra España vaciada.