“El 10% de las bodegas en Ribera del Duero ya tiene capital chino”
Por Arantxa Noriega
China avanza en el viñedo español. No es arriesgado decir que el 10% de las bodegas en Ribera del Duero tiene participación china, según nos relata en una entrevista José Enrique García Agüera, director general del Centro de Negocios Hispano Chino. Y “parece que habrá una entrada masiva de estos inversores en el sector”, anuncia.
Asistimos a un interés creciente de este gigante asiático por nuestro vino. Cada poco se suceden operaciones de inversores chinos para adquirir bodegas españolas...
Estamos en un claro proceso de inversión del capital chino. Llevamos 15 años con crecimientos de ventas de productos agroalimentarios españoles en China como el vino, el aceite de oliva y algunos derivados cárnicos. El vino español es un producto muy reconocido por su calidad allí. España ha empezado más tarde que Francia y los productos españoles tienen un impuesto arancelario bastante alto, del 50%, pero a pesar de esas dificultades, están en auge.
Algunas bodegas españolas, especialmente de Ribera del Duero y de Rioja están expectantes ante el interés demostrado por los empresarios chinos. ¿Cómo es su modus operandi para desembarcar en España?
Los inversores chinos compran vino español y se quedan con el beneficio derivado de la venta de este producto en su país. A partir de ahí, creemos que va ocurrir como pasó con los ‘todo a cien’. Eran locales de videoclub en desuso, en los que al principio el chino venía a vender sus productos directamente a España y, posteriormente, a comprar los establecimientos. En la industria agroalimentaria va a pasar algo parecido. No solo se venderá vino español en China, sino que este inversor también querrá hacerse con la producción, sobre todo, en Ribera del Duero, Rioja y otras DO.
¿Quiere decir que será tan masivo como ocurrió con los ‘todo a cien’?
Primero el chino compra vino en España y cuando se conoce la marca española en China, participa del negocio de la elaboración. Por tanto, es claro que, en los próximos años, va a haber una entrada masiva del capital chino en las bodegas españolas. Es un sector estratégico para ellos. No se puede deslocalizar este tipo de negocio como sucede con otros sectores porque el vino está ligado al territorio.
De este modo, el inversor busca comprar bodegas españolas, como ya está sucediendo. ¿Podría concretar más esa presencia china en el mercado vitivinícola español? ¿Cuántas bodegas tienen hoy capital chino?
Hablar de operaciones que aún desconocemos es arriesgado, pero le voy a poner un ejemplo bien sencillo: nosotros, además de tener el Colegio San Gabriel en Aranda de Duero (Burgos), contamos con bodegas en Ribera del Duero. Le puedo decir que las bodegas que están en nuestro entorno, están en manos chinas, por lo que podemos imaginar cuál será la dimensión de estas compras a nivel global. Hay muchas bodegas en manos chinas, sobre todo, en Ribera del Duero y Rioja. Es decir, la presencia del capital chino en la economía española es muy importante y va en aumento. No es arriesgado decir que el 10% de bodegas de Ribera del Duero ya tiene capital chino. O son propiedad china o tiene algún tipo de participación, y ese porcentaje puede ir en aumento. Va a crecer de forma exponencial en los próximos años.
Cuando el vino español llega a China, ¿quiénes lo beben? ¿A qué segmentos de la población va dirigido?
Va destinado a una minoría china adinerada, pero, aunque sea minoritaria, son muchos millones de consumidores dispuestos a pagar cantidades ingentes por este producto. Al ser un público con rentas altas, el margen que se le aplica al vino español es terriblemente elevado, se vende allí a un precio multiplicado por cuatro y por cinco sobre el precio de salida.
El vino no era muy apreciado por la sociedad china hasta ahora, ¿qué es lo que ha variado?
Es verdad que cuando consumen vino, lo hacen en cantidades grandes y sin valorar el producto, pero esa tendencia está cambiando. Es fácil ver a un empresario chino escoger un vino que lo consume alguien famoso. El público chino decide consumir un producto en función de las personas importantes que lo toman.
Por ejemplo, si un vino de Ribera del Duero aparece en la mesa de un ministro chino, la sociedad lo compra aunque no tenga para pagarlo. Es un modo de consumo de imitación, que nos cuesta entender en Occidente, pero es la forma de hacerlo allí. Teniendo en cuenta que los chinos son unos apasionados de las marcas, ¿qué les seduce más: la calidad de nuestro vino o la etiqueta?
Es una mezcla de las dos. Por una lado, valoran la calidad y la seguridad alimentaria. China es un país donde no existen los controles sanitarios que tenemos en España, por lo que esa seguridad alimentaria, fruto de la exigencia legal de nuestro país, se valora mucho y ayuda a vender allí. Hay que tener en cuenta que en China ha habido varios escándalos alimentarios. Por otro lado, el hecho de que el vino esté asociado a la fiesta, a la élite, llega mejor al consumidor. Aunque se debe tener muy presente que vender un vino a un chino, no es vender un vino a un francés, especialmente porque no es un público entendido. Sin embargo, el empresariado chino va formándose poco a poco. En este sentido, tenemos previsto abrir una escuela allí, como tenemos en Francia y en la Ribera del Duero, una Escuela de Enología y Viticultura San Gabriel.
Observando compras recientes, cuando un inversor chino invierte en una bodega no asume ningún tipo de gestión y deja en manos de enólogos españoles la elaboración. ¿Hasta que punto esto será así?
El cambio que experimenta una bodega con presencia china es nulo. Ellos invierten en las bodegas, pero mantienen su personal y no asumen ninguna gestión. Se quedan con una participación societaria o con la totalidad, pero no toman decisiones en la calidad del producto. Más bien, de forma lógica, se aseguran el beneficio que genera la venta del producto en China, por lo que contratan el ‘know-how’ español. Sin embargo, cada vez más chinos se forman en centros educativos chinos y españoles de elaboración del vino y aprenden rápido.
Y si aprenden rápido del modelo de bodega española, ¿no habrá riesgo de que los precios del vino se desplomen a largo plazo, porque los productos chinos rompan el mercado por la feroz competencia que genere su incursión?
No se esperan caídas de los precios del vino aunque los inversores chinos se apoderen de la propiedad de las bodegas españolas. La razón es que los productos de alta calidad están sometidos a una producción limitada y esto hace que los costes variables no se puedan simplificar, por lo que no espera que bajen precios. Lo que posiblemente suceda es que haya un alza de precios del vino en el mercado de destino, en China. Esto una gran oportunidad y una válvula de escape para algunas bodegas españolas ante la crisis y ante la alta competencia que tienen en el mercado nacional. En China, cabe toda la economía española y el doble. Es tan potente que hay para todos.Por ejemplo, en nuestra bodega, el 80% de la producción va para China. El comercio allí va en crecimiento y tiene un efecto multiplicador.
¿Cuáles son las razones por las qué los inversores chinos apuestan por nuestro mercado y no por otro país europeo que pueda resultarle más rentable?
España es el destino de la Unión Europea más querido por los chinos. Nuestro país les interesa muchísimo no solo por la calidad de los productos sino que también por la forma de ser del español, alegre y jovial. Al final se decantan por los españoles por su carácter. Los chinos, a pesar de buscar el negocio, persiguen buenas relaciones comerciales, y España es el puente hacia Latinoamérica. Les interesa nuestra cultura, nuestro idioma mirando a aquel destino. Otra de las razones es la última visita del expresidente Mariano Rajoy a China, y su consecuencia: la visita de Xi Jinping a nuestro presidente Pedro Sánchez. Este hecho ha ayudado muchísimo a reactivar la Ruta de la Seda. A través de la recuperación de este tren que recorre Europa y llega a China, se abren grandes posibilidades.
El Centro de Negocios Hispano Chino que usted dirige en Aranda del Duero, vinculado a su bodega Bodega San Gabriel, enclavada en el término de La Aguilera, nace con la intención de apoyar a los empresarios españoles en sus relaciones comerciales. ¿Cuáles son las recomendaciones que da para vender vino en China?
Nosotros ponemos a disposición nuestro conocimientos para pequeños empresarios a fin de ayudarles a hacer negocios en China. No somos una consultoría, somos un centro formativo y contamos nuestra experiencia a quien esté interesado y le pueda servir en su proyecto. Para vender en China hay que tener en cuenta que es un mercado ilimitado, la gran oportunidad para la industria agroalimentaria. No puedes ir vendiendo colecciones de vino exclusivo, de 1.200 botellas numeradas, porque se ríen. Más bien, piden ediciones ilimitadas, grandes suministros.
¿Eso quiere decir que hay que tener una gran capacidad de distribución?
Sí, pero ese carácter ilimitado va acompañado de un alto nivel de exigencia. En las relaciones comerciales con China no existe esa rapidez que se da en otros mercados occidentales. Para realizar una venta de vino en aquel país hay que conocer su ritmo y ganar su confianza con tiempo, con largas reuniones, hasta que se dé ese ‘feeling’. Por tanto, uno se debe armar de paciencia para llegar a acuerdos y no intentar engañar con picarescas. Si se va con paciencia y principios, todo irá bien. Por otro lado, hemos de abandonar nuestros localismos por buenos que sean. Hemos empezado tarde a hacer esto ya que hemos vendido marcas locales como Ribera del Duero y Rioja. Al final, hemos aprendido que lo que vendes de verdad, es la marca España.