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El jerez de hoy

Publicado el 26/04/2023 Categorías : Opinión, REVISTA
El jerez de hoy

Tenía muchas ganas de compartir mis pensamientos y reflexiones sobre la historia del jerez y la transformación que está experimentando su industria actualmente.

Tengo la suerte de haber nacido y residir en Jerez de la Frontera y soy amante de estos vinos, pero echo en falta la cultura y tradición que se respiran durante todo el año en otras zonas vitivinícolas de nuestro país. De la época dorada del jerez, comercialmente hablando, tan solo quedan los vestigios de las grandes firmas vinateras que todos conocemos y que, a día de hoy, han perdido en su mayoría su identidad familiar y han pasado a ser absorbidas por multinacionales, en cuyo conglomerado estructural comparten protagonismo con bodegas de otras regiones con mayor repercusión comercial.

Eso cuando no han sido adquiridas por empresas relacionadas con la alimentación, tales como mataderos de ibéricos, secaderos o queserías. También destaca la entrada en Jerez de poderosas familias filipinas que, al igual que los petrodólares compiten por hacerse con los grandes equipos de la Premier League, en este caso lo hacen por adjudicarse el accionariado de las bodegas jerezanas con el fin de controlar el mercado del brandy, muy consumido en esa parte del mundo. Una eventualidad que ha supuesto todo un revulsivo económico y una vía de salvación para muchas de ellas. De manera paralela, también se ha observado una alta demanda en la fabricación de botas y en la adquisición de vino para envinar dichas botas, hasta el punto de que ya se habla de aumentar la superficie de plantación de viñedo. Y es que está comprobado que las notas terciarias que aportan las botas jerezanas son un valor añadido para la elaboración de destilados como el mencionado brandy o el whisky.

En este sentido, la mayor demanda está provocando que los precios de los vinos para envinar estén incrementándose significativamente en una zona en la que los costes de producción eran prácticamente mayores que los beneficios obtenidos por las ventas. A grandes rasgos, pese a que necesitaría más tiempo y espacio para entrar en los pormenores que nos hicieran entender esta situación con mayor profundidad, esto es lo que está sucediendo ahora mismo en mi tierra. De este modo se perfilan nuevas alternativas por las que la industria del jerez está encontrando otros caminos para afianzar su rentabilidad.

Sin embargo, aún no he hablado del verdadero protagonista, que no es otro que el vino de Jerez. Sí, ese que desde hace siglos está considerado como la mejor tipología de vinos del mundo por su singularidad, su calidad y por los matices que hacen únicas sus exclusivas crianzas. Pero la realidad es la que es, y la industria del jerez avanza por caminos diferentes a los ya conocidos. En cualquier caso, les animo a disfrutar de la versatilidad de un buen jerez junto a alguna vianda o aperitivo del país mientras yo me comprometo a contarles próximamente otros aspectos de este producto incomparable.

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