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Château Petrus no es solo uno de los vinos más afamados del mundo, también es uno de los más caros. Una botella de la añada 2000 puede adquirirse por un mínimo de 5.000 euros. Eso si está disponible en algún sitio, porque este burdeos es una auténtica joya de coleccionista.
Y ese es solo es el mínimo, porque el precio máximo alcanzado hasta la fecha se registraba en 2021, cuando en una subasta organizada por Christie’s alguien pagaba un total de 830.000 euros por una botella de la misma añada. Una botella que, en su caso y junto a otras once, había envejecido protegida por una cápsula de acero, a una temperatura estable de 18 ºC, en la mismísima Estación Espacial Internacional (ISS) como parte de un estudio sobre el comportamiento de los materiales orgánicos en el espacio. En cata, los expertos apreciaron un color distinto, más claro que el de los envejecidos en la Tierra, y también leves diferencias en las percepciones olfativas y gustativas. Ninguno se atrevió a decidirse por uno o por otro: “Ambos son igualmente excelentes”, concluyeron.