
Plantó la mayor extensión de viñedo en su zona de la Ribera burgalesa
A través de un comunicado, la bodega ribereña Pradorey informaba del fallecimiento, a los 96 años de edad, de su fundador, Javier Cremades de Adaro, que se producía en su domicilio de Madrid ayer, 1 de febrero, por causas naturales.
Apasionado del campo y de la agricultura, se embarcaba en 1989 en la construcción de su propia bodega y en la localidad burgalesa de Gumiel de Mercado y en la elaboración de vinos de la Ribera del Duero.
Fue conocido como “El loco de Ventosilla”, por su empeño de plantar la mayor superficie de viñedo precisamente en la finca conocida como El Real Sitio de Ventosilla; un hito no superado por nadie todavía en la zona.
A lo largo de todos estos años, siempre fue testigo de todas las vendimias, donde disfrutó y admiró, como el mismo decía, de lo que había sido capaz de hacer.
Su legado sigue hoy vivo a través de toda su familia.