La filosofía de este proyecto personal es sacar vinos siempre con alguna historia detrás, que transmitan una experiencia emocional. Siempre en pequeñas producciones, Gonzalo apuesta por “vinos auténticos y con algo diferente bien por su dedicatoria, elaboración o variedad”. Un proyecto tradicional en cuanto a elaboraciones, en el que busca variedades típicas o tradicionales para elaborarlas con métodos poco intervencionistas (respetuosos) y que puedan reflejar el carácter de la zona y variedad de la que provienen.