La labor de investigación y recuperación de variedades autóctonas de Rueda casi extintas que lleva realizando Javier Sanz Viticultor desde hace veinte años empieza a ver sus frutos. Así se pudo comprobar en una comida de prensa en el estrella michelin A´Barra, durante la que pudimos conocer más en profundidad el arduo trabajo que está realizando esta bodega familiar de La Seca (Rueda).
Javier, ante todo (y sobre todas las cosas, añadiría) es viticultor, ama la tierra y las viñas. La bodega cuenta con un mosaico de parcelas, fincas y pagos, todos ellos en el municipio vallisoletano de La Seca, que suman algo más de cien hectáreas en propiedad, en las que la Verdejo es la uva reina. Con ellas elabora dos gamas de vino bien diferenciadas. Por una parte, su gama más “comercial”, firmada como Javier Sanz Viticultor (el Verdejo, el Sauvignon Blanc, el Fermentado en Barrica y el Bruñal Paraje La Encina) y por otro lado, la Colección V, donde da rienda suelta a sus inquietudes y da forma a su trabajo de recuperación genética:
· Malcorta, un Verdejo más que singular que recibe si nombre de la dificultad que encierra para ser vendimiado, lo que, junto a su porte rastrero, que facilitaba las enfermedades, le relegó al olvido pese a su indudable interés enológico.
· Pago de Saltamontes, fruto de un viñedo prefiloxérico de 2 ha, registrado en la familia en 1863.
· Colorado, elaborado con la uva Cenicienta, una insólita cepa tinta que Javiez ha recuperado y que es única en sus viñedos.
· Dulce de Invierno, fruto del mestizaje de la Verdejo con la Gorda de Moldavia.
Dentro de esta línea V, más experimental, Sanz y su hija Leticia quisieron mostrarnos los primeros resultados de la recuperación genética que están realizando. Vinos en los que, aunque aún no se puede ver toda la trayectoria que pueden llegar a tener, sí se atisban las características y posibilidades de cada variedad.
Un Prieto Picudo Blanco 2022, que nos gustó especialmente y pensamos que puede dar lugar a vinos muy atractivos. Un Castellana Blanca 2022 que, gracias a su extraordinaria acidez, puede resultar interesante para aportarle un punch a la Verdejo, añadida en un pequeño porcentaje. Un Verdejo Negro 2022 exuberante en nariz y con una boca muy atlántica y un Cenicienta 2021, variedad tinta genuina del Pago de Saltamontes, con la que lleva trabajando bastante tiempo y que ya forma parte del portfolio de la casa. Un vino muy identitario al que está pensando dar una vuelta en su elaboración, restando o eliminando crianza en barrica.
Seguiremos atentos a la evolución de este interesante proyecto de largo recorrido, con el que Javier Sanz Viticultor apuesta por la riqueza genética en La Seca a través de perfiles diversos, diferentes y auténticos en Rueda, recuperando uvas que formaron parte de su viñedo en el pasado.