Opinión

La bodega del King’s College en Cambridge

Publicado el 20/09/2022 Categorías : Opinión, REVISTA
La bodega del King’s College en Cambridge

Por Jesús Rivasés .Columnista, tertuliano y escritor

El King’s College de Cambridge, fundado por Enrique VI de Inglaterra en 1441, es famoso por muchas cosas. La primera es por ser uno de los centros universitarios más antiguos y con más prestigio del mundo, en donde han estudiado, entre otros, primeros ministros británicos, arzobispos de Canterbury, premios Nobel y numerosos científicos y escritores.

John Maynard Keynes, el histórico economista, incluso fue tesorero de la institución. Otra de las razones de la fama del King’s College es su coro, también fundado por Enrique VI. Todos los años, en vísperas de Navidad, celebra el llamado “Nine lessons and carols”, una especie de recital-festival de villancicos, retransmitido a buena parte del mundo, con prestigio internacional. El King’s College también es conocido –aunque menos- por su bodega, algo que puede sonar estrambótico en España y en otros lugares que no conozcan la historia y las tradiciones universitarias británicas.

El King’s College no solo tiene una bodega importante, sino que además hace negocio con ella, como explicaba hace poco Jancis Robinson en su columna del Financial Times. De hecho, según la experta en vinos, la institución universitaria obtuvo un millón de libras de beneficio el pasado 8 de junio con la venta de 41 lotes de vino de su bodega. El negocio tiene un artífice, en este caso, un intelectual y profesor peculiar, un personaje del renacimiento, como lo ha definido el diario The Guardian.

Se trata de Peter de Bolla que, además de otros títulos, ostenta desde hace casi tres décadas el de Wine Steward, es decir, es el responsable de la bodega de la institución. La bodega del King’s College se remonta a 1446, cuando el fundador de la Universidad, Enrique VI, concedió el derecho a recibir una tonelada anual de vino francés. Fue también entonces cuando se creó el puesto de Wine Steward con la tarea de hacer crecer, cuidar y seleccionar los vinos de la bodega para que pudieran ser consumidos –originariamente- por futuros arzobispos, primeros ministros y académicos. Ahora, la bodega es un enorme laberinto de bóvedas frías y oscuras en el subsuelo del King’s College, que podría contener alrededor de 50.000 botellas.

Peter de Bolla es Wine Steward desde hace unos 30 años, un puesto de gran estabilidad, ya que desde principios del siglo XX solo lo han ocupado cuatro personas. Bolla, que también es profesor de Historia Cultural y Estética de la Universidad y autor de numerosos libros, además de un gran cocinero aficionado, decía en un documental sobre la bodega que “tener una sola persona a cargo de una bodega significa que puedes darle una especie de forma especial y yo he tenido la suerte de poder hacerlo durante 30 años”. El vino es importante en Cambridge y para muchos estudiantes, lo más destacado del año académico es el concurso de cata que organiza Bolla. Ahí descubrió el vino, por ejemplo, Hugh Johnson, uno de los enólogos más reputados del mundo. La bodega es espectacular y este año Bolla decidió ofrecer en subasta 45 lotes de Borgoña, entre los que figuraban botellas de los legendarios viñedos de Henry Jayer y Emmanuel Rouget, Echázeaux y Vosne-Romanée Cros Parantoux. La visión de Bolla en su trabajo consistió –y consiste- en adquirir determinados vinos recién salidos de la bodega que los produce, algo que suele hacer a través del importador británico Richard Walford.

Cuando los recibe, los sella en los sótanos del King’s College donde permanecen durante años. Por ejemplo, en la subasta se vendieron lotes de 12 botellas de la cosecha “excelente” de 1999 de Georges y Henry Jayer, Echezeaux Gran Cru, por un precio que osciló entre los 60 y 80 mil euros cada docena. En total, aunque no hay datos exactos de cuánto le costaron al King’s College, al venderlos ganó alrededor de un millón de libras, algo menos de 1,2 millones de euros.

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