Por Eugenia Rubio
El consumo de vino en la UE seguirá disminuyendo de aquí al año 2035 a razón de un 1% anual, lo que conducirá a una caída de la producción de vino comunitaria, según el informe de perspectivas de los mercados a medio plazo publicado por la Comisión Europea.
El descenso en la producción podría ser de un 0,6% anual hasta ese año, con lo que se situaría en 145 millones de hectolitros en 2035. La evolución a la baja en la producción de vino vendría dada tanto por una disminución de la superficie dedicada al viñedo como a una reducción de los rendimientos, que se verán afectados no solo por los fenómenos meteorológicos adversos (a los que el sector intenta adaptarse desde hace años) sino también por la menor disponibilidad de fitosanitarios y las restricciones de riego en algunos países productores.
El informe hace referencia, por otro lado, a la posible evolución de las exportaciones comunitarias de vino. Constata que estas han alcanzado niveles récord en los últimos años pero que algunos mercados tradicionales de los vinos europeos están saturados. “Por lo tanto, la tasa de crecimiento de las exportaciones de vino de la UE podría ser bastante limitada en los próximos años (crecerá solo un 0,3 % anual de aquí a 2035)”, aunque el valor de las ventas al exterior podría mantenerse o crecer debido a la exportación de vinos espumosos y con indicación geográfica.