Por Vanesa Viñolo
Hablar de Rioja Alta es hablar de la historia del vino. De una historia que comenzó hace más de 130 años y que sin embargo no puede ser más actual. Y es que los de Rioja Alta han sabido, como pocos, actualizarse manteniendo la identidad, sin sorpresas pero sin perder el ritmo, siempre al paso, manteniendo la esencia de los vinos que son sus insignias y encontrando ese complicado equilibrio entre consumidor y crítica que toda bodega busca. Tendrán que desvelarnos algún día su secreto, si es que lo hay. Para conocer un poco más qué se esconde detrás de marcas míticas como su premiadísimo Gran Reserva 904 o ese Viña Alberdi abanderado de una Rioja “universal”, hemos charlado con su presidente, Guillermo de Aranzabal, inmerso en un nuevo año lleno de proyectos, en el que seguirán avanzando en su desarrollo, siempre con los pies en el suelo.
La esencia
Desde 1890 apuesta por crear grandes vinos con personalidad y, sobre todo, hechos para disfrutar. Así nos lo explica Guillermo de Aranzabal, su presidente, quien nos comenta además que “siempre hemos mirado con mucha ilusión hacia el futuro, al largo plazo, combinando la tradición en la elaboración con el uso de tecnología puntera. ¡Siempre decimos que nacimos en el XIX, crecimos en el XX y que nos apasiona el XXI!”. Para ello es esencial “tener control total de todas las fases -desde el uso exclusivo de nuestra propia uva, la selección de las mejores cosechas...- hasta el final del proceso: la comercialización en más de 70 países”.
El espíritu
Ante la pregunta de qué referencia representa mejor la bodega, Aranzabal no lo tiene fácil: “Cada uno tiene su historia, su personalidad, su estilo, su coupage, sus viñedos, su tiempo en barrica... Desde el Gran Reserva 890, nuestro vino más selecto y laureado, reconocido como uno de los mejores vinos del mundo, hasta nuestro Viña Alberdi, siempre presente en cualquier selección de los mejores Crianzas de Rioja”.
El secreto
“Hemos sabido renovar el estilo, pero sin perder la esencia del anclaje histórico. Es un ‘clasicismo’ renovado alejado de las modas pero adecuándonos, sin prisas, a las nuevas tendencias. El consumidor siempre ha percibido que somos un valor seguro y que nuestra única apuesta y referencia es la búsqueda de la máxima calidad”.
El 2022
“Los retos son muchos: en el campo, donde estamos adquiriendo unas fincas muy especiales; y en la bodega, con nuevas instalaciones que nos permitirán seguir mejorando. Además de seguir incrementando nuestra red comercial nacional e internacional”.