
Por Eugenia Rubio
El comercio internacional de vino se vio muy afectado el año pasado por la subida de los precios. Según los datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), el volumen total de vino exportado cayó a 99,3 millones de hectolitros (-6,3% respecto a 2022) y el valor de esas exportaciones también bajó, aunque en menor medida (-4,7%; 36.000 millones de euros); de hecho, la facturación fue la segunda más alta registrada (por detrás de la de 2022). El precio medio del litro de vino exportado alcanzó un máximo histórico de 3,62 euros por litro (+2%).
España fue el segundo exportador mundial en volumen (20,8 millones de hectolitros; -2,9% respecto a 2022) por detrás de Italia (21,4 millones; -1%) y por delante de Francia (12,7 millones; -5,8%). Sin embargo, en valor Francia mantuvo la primera posición (11.937 millones de euros; -2,8%), seguido de Italia (7.735 millones; -0,8%) y España (2.910 millones de euros; -3,2%).
La organización ha destacado que la producción mundial de vino también fue el año pasado históricamente baja. Estima que se situó en 237 millones de hectolitros, casi un 10% menos que en 2022 y la más corta desde 1961. Las condiciones climáticas extremas y las enfermedades generalizadas afectaron gravemente a muchos viñedos de todo el mundo.