Por Alberto Matos, director editorial de Vivir el Vino
Resulta complicado dedicar estas líneas a la última ceremonia de entrega de nuestros 11 Magníficos cuando la devastación en Turquía y Siria provocada por el terremoto de hace unos días, y la destrucción que se cierne sobre Ucrania desde hace ya un año protagonizan todos los informativos.
Tampoco animan los últimos informes que revelan un descenso del consumo de vino en nuestro país, así como una caída de las exportaciones, la segunda desde febrero de 2021. Y mucho menos el proyecto de reglamento que Irlanda presentaba oficialmente, recién estrenado el mes de febrero, ante la Organización Mundial del Comercio (OCM), por el que unilateralmente se muestra decidida a modificar el etiquetado de las bebidas alcohólicas que se comercializan en su territorio -también del vino- e incluir mensajes de advertencia sobre los peligros del consumo de alcohol para la salud, sea moderado o no.
Parece que el año no ha empezado con buen pie para el sector del vino, aunque eso no consigue minar la ilusión de sus actores. Por el contrario, se muestran más activos que nunca recuperando por fin la normalidad… No la nueva, sino la de antes.
Prueba de ello es el calendario de ferias vinícolas nacionales e internacionales, que está repleto. La última, la Barcelona Wine Week, celebrada entre los días 6 y 8 de febrero, ponía de manifiesto que, pese a las actuales circunstancias, hay ganas de seguir luchando.
Nosotros, con nuestra fiesta, también pretendimos aportar un punto de optimismo. Y parece que lo conseguimos a juzgar por los comentarios recibidos por parte de bodegueros, prensa y otros profesionales y amigos de Vivir el Vino.
El pasado 30 de enero, el escenario de nuestro querido Teatro Alcázar volvía nuevamente a recibirnos tras la obligada pausa sanitaria y abría el telón a la emoción, entre otras cosas, recordando a quienes nos dejaron en 2022.
Julián Chivite dedicó unas sentidas palabras al gran enólogo César Muñoz cuando recogió su Magnífico “Elaboración Especial” por su Chivite 125 Vendimia Tardía 2020. También Javier Zaccagnini, que dejaba este mundo en enero, fue rememorado. Un jerezano que supo entender como nadie la Tinta Fino de Castilla y León, por la que tantas veces recibió su propio Magnífico.
Nos queda el consuelo de que continuaremos teniéndolos presentes haciendo honor a su legado. Porque, detrás de puntuaciones, críticas y fiestas, el sector está compuesto por hombres y mujeres que trabajan cada día por hacernos disfrutar de sus vinos.
Y es en los momentos de incertidumbre cuando todos necesitamos, más que nunca, descorchar una buena botella con amigos, olvidarnos de todo por un instante y saborear los pequeños placeres de la vida para reponer fuerzas y continuar. Porque, pese a todo, formamos parte de un Magnífico sector que se enfrenta a un Magnífico futuro.