
Por Eugenia Rubio
El sector del vino no figura entre los que pueden beneficiarse del pago básico. Sin embargo, a partir de 2023 se ha abierto la puerta para que los viticultores puedan acceder a la futura “ayuda básica a la renta para la sostenibilidad”.
Para recibir esa ayuda, que es similar al pago básico actual, los beneficiarios deben disponer de derechos de pago. Actualmente los viticultores no cuentan con esos derechos pero podrán acceder a ellos a través de la reserva nacional de derechos.
De acuerdo con la normativa que se aplicará a partir del año que viene, los derechos de la reserva se asignarán prioritariamente a jóvenes agricultores y nuevos agricultores que se hayan instalado por primera vez en la actividad agraria, además de a los agricultores legitimados para recibirlos en virtud de una sentencia judicial o un acto administrativo firmes.
Sin embargo, si hay disponibilidades, se podrán asignar derechos a los titulares de explotaciones con hectáreas admisibles que, aunque hayan ejercido la actividad agraria durante una serie de años (cuyo número no se ha precisado todavía) no han participado nunca en el sistema (como por ejemplo determinadas explotaciones de viñedo y de frutas y hortalizas) y a las explotaciones situadas en zonas sujetas a programas de reestructuración dirigidos a evitar el abandono de tierras.