Ramón Bilbao hizo un recorrido por sus vinos blancos más septentrionales
Por Jorge Díez
Dentro de la programación Spanish Wine Academy, Rodolfo Bastida, director de vinos de Ramón Bilbao, presentó la cata Luces de Norte, a través de la que dio a conocer la diversidad de blancos que elabora este grupo, presente en distintas regiones septentrionales. Probamos vinos de la DO Rías Baixas, Rueda y DOCa Rioja.
De Galicia, catamos Mar de Frades 2022, un vino multiparcelario de la zona del Salnés, con una tensión viva y la acidez propia de los albariños. También apreciamos un punto de alga y salinidad propia de los vinos de esta subzona, por la influencia que recibe del mar.
Seguimos con Mar de Frades Finca Valiñas 2018, procedente de una única parcela de 2,2has plantada en 1975 alrededor de la bodega. Un vino elaborado con el sistema Ganímedes, un tipo de depósitos que tiene una especie de embudo en su interior, que preserva la frescura y los aromas, a través del CO2 del depósito. Este vino pasa 24 meses en depósito de inox y 2 años en botella. Impresiona la limpidez de esta elaboración, pese a tener casi 5 años. Es un vino fresco que sigue teniendo buena acidez, aunque no la tensión de su hermano pequeño.
Después nos presentaron Mar de Frades Godello 2020, también un vino multiparcelario que procede de viñas injertadas en la subzona del Salnés y de la Ribera del Ulla. Nos encontramos ante un Godello diferente, con recuerdos de panadería, notas balsámicas y matices florales.
De Rueda, que es una zona con suelos muy pobres, con muy poca materia viva, catamos Ramón Bilbao Sauvignon Blanc 2022, que procede de un viñedo plantado en 2014, donde encontramos frescura con notas tropicales, como mango. Seguimos con el Verdejo 2022, un vino limpio y fresco donde encontramos aromas herbáceos, como el hinojo. Tras él disfrutamos de Ramón Bilbao Verdejo sobre Lías 2019, procedente de las 5 has de La Finca Las Amedias, la más antigua que posee en esta zona. Este vino fermenta en hormigón, para luego pasar 8 meses en fudres de madera francesa y húngara. En copa aparecen matices cítricos con un punto herbáceo. Es largo, con buena acidez y un buen punto de madurez y elegancia.
Por último catamos dos vinos de la DOCa Rioja, pero de diferentes procedencias. En Cuzcurrita del Río Tirón, la bodega posee una parcela de 5 has en el Límite Norte, que así se llama el vino, con influencia de clima atlántico. Este reserva está compuesto por 50% Maturana Blanca y 50% Tempranillo Blanco, que fermentan por separado en hormigón. La crianza la hace en ánfora, hormigón y barrica durante 6 meses, para luego proceder a su ensamblaje y volver a la barrica. Nos encontramos un vino complejo, cremoso, con recuerdos cítricos y cierta sensación licorosa. La cata culminó a los pies del Monte Yerga, donde cuenta con un viñedo en la parte occidental de la DO, la Finca Lalinde. 5,4 has de viñas con influencia de clima mediterráneo, que dan lugar a un vino rosado fino y pálido elaborado con Garnacha, donde destacan sus notas abundantes de frutos rojos y un punto de dulzor muy agradable.