PESQUERA ALBILLO MAYOR 2021
Alejandro Fernández - Tinto Pesquera - DO Ribera del Duero
Desde 2019, el Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero permite elaborar Albillos Mayores en monovarietal, fomentando una auténtica pequeña marea blanca ribereña que ha dado como resultado vinos como esta joya firmada por la familia Fernández Rivera.
Elaborado a partir de viñedos centenarios de pequeños viticultores que preservaron, entre sus cepas de Tempranillo, esta rara avis, es un blanco muy especial en el que la uva se selecciona racimo a racimo, buscando el punto de maduración de cada cepa y que se fermenta en barricas de roble francés, continuando su crianza en sus propias lías con batonnage durante 7 meses.
El resultado es el primer y único vino blanco de Tinto Pesquera, un vino de gran personalidad y capacidad de guarda, que demuestra que, bien elaborada, es una variedad que nos va a dar grandes y longevas sorpresas.
Las cepas viejas de Albillo Mayor
Para elaborar el Albillo Mayor de Tinto Pesquera, como nos comenta Rodrigo Pons, enólogo de la bodega, se “seleccionan y recuperan cepas de Albillo Mayor que se encuentran salpicadas entre las cepas de tinto. Al final hay que ir recogiendo unas pocas cepas de cada parcela en un trabajo costoso, porque hay que encontrar la maduración adecuada en cada una, vendimiarlas individualmente... Todo ello hace que sea un vino muy especial”.
Con afán de guarda
Como explica Pons, la tradición de Tinto Pesquera es la de vinos de largas crianzas en barrica, pensados para perdurar muchos años y claro está, “no íbamos a ser menos en el blanco”. Un blanco concebido desde su origen como un gran vino de guarda gracias a unas características muy propicias para ello. “Tiene un pH bastante bajo y una acidez marcada. Es un vino que tiene salinidad, que te hace salivar, con una acidez óptima para el envejecimiento, que le predispone para guardar en botella”. Sin un histórico de Albillos elaborados, ya que esta es su segunda añada, Rodrigo no se atreve a “adivinar” la longevidad de este blanco, pero la evolución que está viendo es tan positiva que todo apunta hacia una larga y bella vejez, con “muchos años de buena vida por delante”. Además, como nos explica el enólogo, “esa suma de pH, crianza sobre lías y barrica, conforma un conjunto perfecto para envejecer bien”.
Un vino que es un capricho, del que solo se elaboran dos mil botellas (solo hay un 3% de cepas de Albillo Mayor en toda la DO Ribera del Duero), y que se ha convertido, desde su nacimiento, en uno de los más buscados y deseados. Todo un logro de Tinto Pesquera que ha conseguido crear un blanco a la altura de sus grandes hitos tintos.