ALTA ALELLA 10 · GRAN RESERVA 2012
Alta Alella- Cava
Alta Alella 10 es paciencia, es equilibrio y responsabilidad. Un cava que es fruto de la espera de una década, un cava “de colección, con vocación de gran vino”, como nos transmite Mireia Pujol-Busquets, segunda generación de esta bodega fundada a principios de los noventa por sus padres, y en la que ella hoy continúa manteniendo esa misma filosofía de darle mimo al entorno y tiempo al vino. Así, Alta Alella 10 es “un hermano mayor elegante pero muy moderno”, que nace de una viña muy especial, la del Torrent Vallcirera que, además de ser Paraje Calificado, fue la primera viña que plantó la familia. El origen, que es la base de este espumoso, en el que el equilibrio entre la frescura de una vendimia temprana y la complejidad de un cava gran reserva se consigue a través de paciencia para que, año a año, se vaya moldeando, poco a poco, hasta crear un conjunto único que ve por fin la luz en su momento perfecto.
Sauló y tiempo, lo que le hace diferente
El suelo de sauló, explica Mireia, “es una de nuestras características mas especiales; está formado por granito erosionado, siendo arenoso, con muy buen drenaje, pobre en materia orgánica y con una acidez natural brutal, que es la que nos da la capacidad para elaborar espumosos y vinos de guarda”. Con un mínimo de 10 años de crianza, la primera añada que elaboraron fue la 2010, que salió al mercado en 2020. Una casi eterna crianza que tiene su razón de ser: “encontrar el equilibrio perfecto”. La vendimia suele ser muy temprana, normalmente la primera semana de agosto. La fermentación se realiza en barrica y luego llega la crianza de 10 años, “cuando catas todas las añadas como en una cata vertical, ves la evolución, cada vez lo vas encontrando más equilibrado, ves cómo se va ensamblando el frescor de esta vendimia temprana con la crianza en barrica y con esa larga crianza sobre lías“. Hasta que llega su momento.
La importancia de la familia
Mireia, que tras estudiar Biología y trabajar en otras bodegas regresó al “núcleo”, nos cuenta cómo su padre “trabajaba como director técnico de grandes empresas, como Martini & Rossi o Parxet. Mi madre era enfermera, pero cuando nací montó una tienda de vinos, así que yo siempre digo que nací primero entre botellas y luego entre viñas”. En 1991 se embarcan en este proyecto de vida, toda una aventura, que tiene la continuidad asegurada.
Filosofía sostenible
Para Mireia, ser sostenible es una “responsabilidad social, medioambiental”. En este tiempo se ha preocupado de mejorar su entorno, además de apostar por el viñedo ecológico desde hace 31 años o los vinos sin sulfitos desde hace 18.