
Tres generaciones creando grandes vinos de terruño
Todo comenzó en los años 60, de la mano del viticultor José Pariente, quien empezó esta saga familiar dedicada a la viña y el vino. José construyó así los cimientos de un proyecto, basado en la vitivinicultura artesanal y en la uva verdejo, al que su hija Victoria, ya a finales de los 90, dio forma de bodega. Victoria consiguió que la firma se convirtiera, añada tras añada, en un referente, no solo de la verdejo y de Rueda, sino de nuestros grandes vinos blancos.
Martina e Ignacio Prieto Pariente, sus hijos, representan la tercera generación de la familia, encargados de continuar con este legado y, al tiempo, de aportar una visión diferente. Desde su incorporación en 2012, los “hermanos Pariente” han seguido desarrollando el camino marcado por su madre en Rueda, y en paralelo se han embarcado en un proyecto personal de recuperación de viñedo viejo en el Valle del Duero y Sierra de Gredos. Recientemente se ha sumado un nuevo proyecto a Pariente, con la compra de la bodega de Ribeiro, A Vilerma.