El proyecto Micaela Rubio surge por el sueño de Micaela y su marido Aurelio García de hacer vinos en su tierra natal, con los valores de los viñedos tradicionales de la variedad Bobal plantados en los pueblos de Casas de Benítez y Pozoamargo, en la provincia de Cuenca. Situados a más de 750 metros de altitud y junto al río Júcar, estos viñedos se caracterizan por tener más de 70 años y por estar plantados sobre suelos aluviales, los cuales presentan una densa capa de canto rodado en la superficie. Estos viñedos cultivados de forma natural, se vinifican por separado interpretando los diferentes suelos de la zona y de ahí surge la clasificación de los vinos que elaboran: Vino de Pueblo, Vino de Paraje y Vino de Parcela.