Se trata de Monteabellón 5 Meses 2021, Monteabellón 14 Meses 2020, Finca Matambres 2018 y Finca La Blanquera 2017
Pese a su corta trayectoria, de apenas 20 años recién cumplidos, Monteabellón ha sabido posicionarse entre las bodegas de referencia de la Ribera del Duero.
Comenzaba su andadura en la localidad burgalesa de Nava de Roa, adquiriendo sus primeros viñedos y aprovechando la experiencia que la familia García acumulaba en la prestación de servicios vitícolas a través de su empresa Castilla Servicios Agrarios, que a día de hoy continúa cubriendo las necesidades de muchas de las grandes bodegas de la zona.
A lo largo de sus primeras dos décadas de existencia, bajo la gerencia de Juan Manuel García Aparicio, Monteabellón ha ido ganando en extensión de viñedo hasta alcanzar las 195 hectáreas actuales, cultivadas en ecológico y distribuidas en su mayor parte entre la provincia de Burgos y, en menor medida, la de Valladolid.
También ha ganado en calidad, pues sin perder la esencia de la Ribera del Duero ha conseguido diferenciarse del perfil clásico del perfil clásico de los tintos ribereños hasta configurar una personalidad propia, alejándose para ello del dominio de la madera, que cede protagonismo en su caso a la fruta y a los matices que aportan el terruño y el clima. Una característica muy en la línea de lo que demandan la mayoría de los mercados estos días, especialmente los internacionales, a los que destina hasta un 38% de su producción.
Son de este modo vinos muy frescos, aunque diferentes entre sí, resultado del cultivo de la uva Tempranillo en parcelas de viñedo propio, dispuestas principalmente en espaldera y emplazadas a diferentes alturas sobre suelos muy distintos entre sí que, en su mayoría, sacian su sed con un riego por goteo alimentado con aguas procedentes de pozos propios.
Son también vinos concebidos para “un consumo más a corto plazo, sin que por ello pierdan su capacidad de guarda”, explica Isaac Fernández, amigo y enólogo de Monteabellón desde 2004. “Buscamos así pH altos y no tanto una extrema maduración fenólica”.
La bodega divide sus viñedos en tres tipos de escenarios: zona baja, zona media y zona alta. La primera de las zonas, la más próxima al río Duero, se asienta a una altitud de entre 760 y 800 metros sobre suelos franco-arenosos con canto rodado. Es allí donde vendimia las uvas con las que elabora Avaniel Rosado y Avaniel Tinto, sus vinos más jóvenes, frescos y fáciles de beber.
La segunda zona eleva su cota hasta los 830 metros, donde el terreno es franco-arcilloso, con contenidos de caliza y arcilla, capaces de retener el agua y los nutrientes. Esta cualidad favorece la elaboración de vinos con alta concentración frutal, con cuerpo y tanino como su Monteabellón 5 Meses 2021 (9,70€) y su Finca Matambres 2018 (27,50€), uno de sus vinos de parcela.
Finalmente, la tercera zona asciende hasta los 950 metros y allí, bajo unas condiciones climatológicas extremas, los suelos son calcáreo-arcillosos, pedregosos y con un alto contenido calizo con poca capacidad de retención del agua. De esas parcelas proceden las uvas con las que se elaboran Monteabellón 14 Meses 2020 (16€) y Finca La Blanquera 2017 (51€), su otro vino de parcela, definidos ambos por su larga crianza.