
La bodega de Haro apuesta por un blanco de guarda muy especial
Por Raúl Serrano
Muchos podríamos pensar que tal y como están yendo las cosas en el mundo del vino, y en concreto la puesta en alza de los grandes y buenos blancos en el mercado tanto español como extranjero, toda bodega que se precie debería de tener uno. Pues Bodegas Roda ya tiene uno, pero nada más lejos de lo antes comentado. Esto ya viene de lejos y entre curiosidades, charlas y chascarrillos, hubo un momento en el que sí o sí esta bodega tenía que tener un blanco entre sus vinos.
Un blanco del que, como ellos mismos comentaban, una de sus mayores virtudes, es ser elaborado por un productor de grandes tintos. El Roda I es, sin lugar a dudas, un blanco para disfrutar en este momento, pero sabiendo que el tiempo le hará más grande y complejo. Un vino longevo pero con frescura desde el primer golpe de nariz, de una acertada selección de Viura de cabeceras y un ligero acompañamiento de la Malvasía riojana y la Garnacha blanca.
De intensidad media, pero directo y con frescura, de fruta extensa y presente, de ligeras notas yodadas y de reducción, y donde la barrica cuida y mima al vino en todo momento. Boca donde cobra vida la amplitud, frescura y viveza del vino, con una excelente acidez y un trago largo y ancho que no te puede dejar indiferente. Un comienzo para tener en cuenta y ver como evolucionará, pero casi con la seguridad puedo afirmar que estamos ante un gran Roda.