Opinión

Nombres propios

Publicado el 11/12/2019 Categorías : Opinión, REVISTA
Nombres propios

Por Santi Jordi
Elaborador y presidente de la Federación Española de Asociaciones de Enólogos

Afortunadamente y dada la riqueza vitivinícola de nuestro país, se podrían escribir muchas páginas sobre infinidad de personas que han resultado de alguna manera relevantes en la historia de nuestro sector, perfilando en muchos casos tendencias de criterio.

Desde un punto de vista mediático, todos reconocemos logros de los protagonistas que casi siempre están en boca de la prensa especializada. De hecho, sería muy fácil enumerar nombres propios y bodegas que han estado, están y seguirán estando en lo más alto de sus respectivos segmentos. Sin embargo, hoy quiero aprovechar mi artículo para acercaros a otros personajes del vino, los que creo que debieran ser reconocidos por su talento, labor, entrega y pasión que desarrollan en su día a día y que tanto beneficio reportan a nuestro sector.

En el campo de la producción, me gustaría destacar al empresario y bodeguero Vicente Taberner. Está claro que es muy fácil pensar en Huerta de Albalá como proyecto reconocido de éxito, ya que es un proyecto consolidado a nivel nacional e internacional. Sin embargo, y al igual que se le reconoce a Alejandro Fernández, entre otros, la autoría de la eclosión de Ribera de Duero, Vicente tuvo la visión hace 20 años de venirse a Arcos de la Frontera y poner la primera piedra de un proyecto que tuvo como fin convertir unas tierras eminentemente agrícolas en una de las mejores viñas de España. Esta capacidad de ver el futuro sólo la tienen unos pocos. Apostó por la calidad y demostró con su sabiduría y experiencia lo que se podía hacer: aumentar positivamente la competitividad del resto de bodegas que se fueron sumando para que esta zona fuera reconocida y se situara dentro del planeta vino.

Es destacable que Vicente, como empresario de éxito, no se fuera a lo fácil, es decir, que se hubiera ido a producir a alguna zona más reconocida de nuestro país, dónde ya poseía fincas y diferentes viñedos. Por el contrario, su visión fue desarrollar su sueño en beneficio de una zona reconocida por sus vinos generosos, pero neófita en la producción de vinos tranquilos de calidad. 

Dada mi profesión de enólogo consultor, quiero destacar a un compañero, mejor persona y aún mucho mejor amigo. Todos los que nos dedicamos a la asesoría nos fijamos en él como una referencia a imitar. Vive y trabaja en una de las zonas vitivinícola de moda como es el área que comprende Galicia, León y Asturias.

Desechó la posibilidad de hacer su propia carrera mediática para ponerse al servicio de la vitivinicultura en su zona de influencia. Su sensibilidad y grandeza estriba en la íntima relación que mantiene con el viticultor, como verdadero motor. Para todos los que nos dedicamos a la consultoría en pequeñas  explotaciones, sabemos que el éxito de un proyecto radica en la estabilidad y madurez del binomio viticultor-consultor. Para ello hace falta un director de orquesta con conocimiento, experiencia, sensatez y amor por lo que hace. Su entrega le lleva también al campo corporativo, ocupando el cargo de Presidente de la Asociación de Enólogos de Galicia. Su nombre es Luis…, Luis Buitrón, un grande. 

Para finalizar, quiero también reconocer el enorme trabajo que realiza otra buena amiga con las generaciones más jóvenes que quieren labrarse un futuro en el mundo de la elaboración cualificada con el actual Grado de Enología. Igual que muchos profesionales de la docencia, mi compañera Julia Marín, coordinadora del Grado de Enología de la Universidad de Extremadura en el campus de Badajoz, es una figura clave en la formación integral del alumnos. Es de destacar su preocupación permanente porque los jóvenes interactúen desde el principio con la profesión.

Su método de enseñanza 2.0, sumado a su capacidad de superación, empeño y energía, hace que todo el que viva a su alrededor se contagie de optimismo.  Julia es de esas personas que siempre uno quiere tener en su equipo. Además, ocupa el puesto en la Presidencia de la Asociación Extremeña de Enólogos. Sin lugar a dudas, es otro ejemplo a seguir y una magnífica persona.

Tengo claro que el denominador común de estas tres personas es la sensatez y honestidad en su profesión, además de confesar la suerte que tengo de poder disfrutar y aprender de ellos. 

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