Por Jorge Díez
La tradición vinícola en Perelada se remonta a más de seis siglos, cuando los frailes carmelitas que habitaban en el Convento del Carmen comenzaron su elaboración y distribución por toda la comarca. Miquel Mateu, abuelo de los actuales propietarios, compró el Castillo de Perelada en 1923 y decidió revitalizar la tradición vinícola, estableciendo la enología como una parte sustancial de la tierra.
“Cuando tenía 25 años soñaba con construir una bodega aquí”, nos refiere Javier Suqué, presidente del Grupo Perelada al transmitirnos que ha hecho su sueño realidad. En mayo de 2022 se inauguró la nueva bodega, gracias a la apuesta y al trabajo de una familia emprendedora con ganas de innovar y aportar nuevas perspectivas.
Grupo Perelada ofrece una propuesta única en su conjunto, un fenomenal destino entre el Pirineo y el Mediterráneo que persigue una filosofía basada en concebir la vida saboreando los pequeños detalles.
Asienta su proyecto en cinco ejes:
- Enología, con la idea y el trabajo de elaborar vinos excepcionales, vinos que tengan y transmitan paisaje y emoción.
- Territorio, el proyecto persigue el desarrollo de la DO Empordá mediante la creación de una gama de vinos que se conviertan en referentes, adquiriendo un compromiso de calidad que permite llevar ese amor por la tierra a cada botella.
- Sostenibilidad, la nueva bodega tiene el certificado Leed Gold, uno de los reconocimientos de sostenibilidad más prestigiosos a nivel mundial, que la acredita con los mayores estándares de ecoeficiencia energética.
- Arquitectura: ha sido uno de los pilares fundamentales. De la mano de RCR Arquitectos, galardonados con el Premio Pritzker en 2017 y ubicados en Olot, han creado un concepto e imagen únicos. La bodega con su presencia callada, dialoga y valora las características de este lugar. Constituye el emblema de su entorno.
- Enoturismo: Punto de encuentro entre una propuesta enológica de vanguardia, y un proyecto único. Formado por el Castillo de Perelada, Museo del Castell con una de las colecciones privadas más importantes en España, el Festival de Perelada, que en el año 2016 cumplió su 30 aniversario y nos ofrece una propuesta, con un amplio abanico de conciertos para diferentes gustos, sin olvidar la oferta gastronómica con propuestas, que han obtenido la estrella Michelin o el casino ubicado dentro del propio castillo.
Finca Garbet es una de las 5 fincas que poseen en el Empordá y su joya más preciada. Se trata de 12 hectáreas, con variedades como syrah, garnacha, cabernet sauvignon, cabernet franc, ubicada a tan solo 8 km de Francia, que es un balcón al Mediterráneo. Esta finca fue concebida por Luis Pérez en 1997. Con una inclinación increíble en algunos puntos superior al 40%, el suelo formado por licorela (pizarra suelta), está expuesta al mar y a su reflejo, a la tramontana, que aquí sopla mucho y a un clima seco. Las cepas son verdaderas supervivientes, que arrojan el mejor fruto, para elaborar dos grandes vinos con diferentes perfiles: Finca El Garbet y Aires de Garbet.