Por Eugenia Rubio
El 1 de enero de 2023 entra en vigor una nueva Política Agraria Común (PAC) y, dentro de ella, un nuevo programa de apoyo para el sector del vino, que en lugar de denominarse Programa Nacional de Apoyo al Sector Vitivinícola (PASVE) pasará a llamarse Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV). El Gobierno aprobó el Real Decreto que recoge esta intervención sectorial el pasado 25 de octubre y al día siguiente se publicó en el BOE.
El presupuesto destinado a la mismo para el período 2024-27 sera de 202,14 millones de euros anuales. Con esos fondos se apoyarán las mismas acciones que hasta ahora: reestructuración y reconversión de viñedos; inversiones en infraestructuras vitivinícolas y de comercialización; cosecha en verde; destilación de subproductos de la vinificación; y promoción en terceros países. Lo que varía es el reparto de fondos entre esas acciones. Según el Ministerio de Agricultura, el análisis realizado del sector muestra que precisa de un cambio de orientación para potenciar la venta del vino producido así como incrementar su valor añadido.
Por ello se incrementan los fondos destinados a promoción y a inversiones y se reducen los asignados a reestructuración y reconversión y a destilación de subproductos. La cosecha en verde no cuenta con partida asignada, ya que esta medida solo se activa en caso de desequilibrio entre oferta y demanda. Por otro lado, la ISV incluye un gasto obligatorio en acciones medioambientales de al menos el 5% del presupuesto, como establece la normativa comunitaria.