Por María José Plasencia y Raquel Navarro, sumilleres del restaurante El Rincón de Juan Carlos (Tenerife)
Después de una larga trayectoria de casi dos décadas y en medio de una situación de pandemia como la actual, en la que solo se habla de la caída y cierre de la restauración, nosotros hemos decidido afrontar el futuro con positivismo, volcándonos para ello en un nuevo proyecto que nos aporta energía y un rayo de esperanza.
Nos hemos trasladado al hotel Royal Hideaway Corales Beach Resort, un complejo de gran lujo y cinco estrellas que, con un arquitectura que adopta la forma de un barco, se inspira en los corales marinos de la isla. Diseñado por el arquitecto Leonardo Omar, el año pasado era reconocido como el “Mejor hotel de lujo en arquitectura y diseño a nivel mundial” por los prestigiosos World Luxury Hotel Awards. Y este ha sido solo el último de los grandes galardones que ha recibido hasta el momento.
En lo que al restaurante se refiere, el nuevo espacio ha sido diseñado por la interiorista Mercè Borrell, que se ha encargado de pincelar y plasmar todo lo que nuestra familia le transmitía. Sobre todo, queríamos un lugar acogedor y con alma. Un lugar elegante, fresco y sutil, sin enrevesamientos. Y podemos decir que lo ha conseguido porque, a todo ello, se suman unas espectaculares vistas sobre un mar que ofrece magníficos atardeceres.
La nueva ubicación nos permitirá, además, ampliar nuestra proyección profesional, con una sala con capacidad para un mayor número de comensales y una espléndida cocina que nos permite continuar satisfaciendo las necesidades de nuestros clientes.
Y aunque ya hemos hecho la mudanza, no hemos abandonado nuestro antiguo establecimiento, situado a unos 30 km de nuestro emplazamiento actual, en Los Acantilados de Los Gigantes. Por el contrario, todavía mantenemos nuestro sentido de pertenencia y por eso lo hemos reconvertido en un local de investigación y desarrollo, con un centro de catas y un lugar de formación para los profesionales del sector.
De este modo, la propuesta del nuevo Rincón sigue siendo fiel a sus raíces, con el buen hacer y el respeto por el producto y el sabor siempre en mente. En cierto modo, estamos convencidos de que la nueva ubicación resulta ideal para mantener nuestra filosofía de trabajo, ya que en nuestra experiencia gastronómica seguirá predominando el producto marino. Tenemos la fortuna de proveernos de los mejores ingredientes de la zona, gracias a unos pescadores que nos consiguen lo mejor que nuestro mar ofrece.
Nuestra nueva carta de vinos también lleva el sello de la ilusión y, pese al esfuerzo que nos supone en estos momentos realizar una inversión tan importante, hemos conseguido ampliar nuestra carta hasta las 600 referencias. Entre ellas, incluimos novedades internacionales, así como algunos vinos clásicos que nos demandan con grandes expectativas.
En este sentido, creemos importante señalar que ofrecemos a nuestros clientes nuevas armonías con las que maridar nuestro menú de degustación. Disponemos para ello de varios maridajes, con nuevas referencias que nos llevan a viajar por el mundo. Todo para hacer que el comensal se encuentre como en su casa.
El nuevo restaurante nos permite dotar al vino de su merecido protagonismo. Tanto es así, que nada más entrar, el cliente es recibido por las cavas; un pasillo lleno de botellas de vino de nuestras islas que reserva un lugar muy especial al mundo del champagne. El mensaje en este caso está claro: el Rincón te recibe con nuestro mundo, el del vino, y garantiza que ¡beberéis bien!
Unos pasos más y la cocina, ya lista, le enseña lo que está por venir. La sala, con su cristalera que se asoma al mar, se encargará de completar la experiencia. Jerez y gamba canaria, champagne y ostras, blancos de las islas, blancos del Jura, Sancerre, Australia… Tintos canarios, de Nueva Zelanda, dulces… Malvasías, moscateles… ¡Todo está pensado!
