
También conocida como PX, Pedro Jiménez o Pedro Ximén es la principal uva de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, en la provincia de Córdoba, pero también la encontraremos en Jerez, Condado de Huelva, Málaga, Sierras de Málaga y Valencia . EN Montilla se usa principalmente para elaborar un vino de postre muy dulce y muy oscuro. Para ello, se asolean las uvas al sol, para concentrar sus azúcares. Se crea así un vino con peso, que recuerda a las pasas y la melaza, que es fortificado y envejecido en solera. También podremos encontrar viñas de PX en Extremadura, Castilla-La Mancha, Cataluña y Canarias.
Fuera de España, podremos encontrarla en Portugal (la Perrum). En Australia fue introducida por James Busby sobre el 1830 para elaborar sus “pedro sauternes”, usándose en mezcla con otros vinos con podredumbre noble. En Argentina y Chile (en este último país se usa para el pisco) encontraremos también uvas bajo el nombre Pedro Ximénez, pero tienen genotipos distintos a la española.
Hay varias leyendas apócrifas sobre los orígenes de la uva. En 1661, el ampelógrafo alemán F. J. Sachs especuló que pudo haberse originado en Canarias o en Madeira y transportada posteriormente a Rheingau, Rheinhessen y finalmente a Mosel. Desde allí, un soldado español de los tercios o un cardenal católico llamado Pedro Ximénez habría llevado la uva a las Sierras de Málaga.
Al margen de estas historias, los ampelógrafos creen que probablemente se originó en algún lugar de Andalucía donde hay constancia de la misma desde principios del siglo XVII. En 2007, el análisis de ADN mostró que era la descendiente de la uva de mesa árabe Gibi, posiblemente introducida en algún momento durante el período de dominio morisco de Al-Andalus. Al tiempo se descubrió que Gibi era también la madre de la uva de vino extremeña Alarije, lo que hace que la variedad posterior sea medio hermana de Pedro Ximénez.
De grandes racimos de uvas de tamaños distintos sus uvas tienen pieles gruesas, pero es muy susceptible a la podredumbre noble, el mildiu, la yesca y la eutipiosis. La vid tiene cierta resistencia al oídio pero también es muy propensa a las termitas.