Por Eugenia Rubio
Rusia decidió este verano aumentar los aranceles de importación de vinos procedentes de países que considera no amistosos, como España.
El derecho de aduana ha pasado del 12,5% al 20% y no puede ser inferior a 1,5 dólares por litro. El Gobierno ruso ha incluido este incremento entre las medidas de respuesta a las acciones hostiles adoptadas contra el país por su guerra en Ucrania.
La subida del arancel al vino se aplicará, en principio, hasta finales de año e irá acompañada de medidas para mejorar el abastecimiento procedente de países considerados amistosos o neutrales, además de apostar por la producción nacional. La Federación Española del Vino considera una mala noticia que se impongan barreras artificiales e injustas al libre comercio en forma de aranceles. Cree que en el contexto actual es imposible mantener unas relaciones normales con Rusia y que lo prioritario es poner fin a la guerra.
En 2022, las exportaciones de vinos españoles al mercado ruso alcanzaron un valor de 34 millones de euros. Aunque crecieron respecto al año anterior, es una cifra inferior a la de 2019, antes de la pandemia.