
“México es todavía un país muy virgen en el consumo”
Por Alberto Matos
Con su marcado acento, Sandra Buch podría pasar por una mexicana más, pero su manera de pronunciar las ces acaba delatándola. Y es que esta sumiller, divulgadora, formadora y responsable de ventas en la conocida enoteca capitalina Cavas del Mundo lleva ya catorce años viviendo al otro lado del Atlántico, aunque sus raíces se encuentran en Girona, donde realizó sus primeros estudios sobre el vino.
Sandra es eso y mucho más. Es, sobre todo, una mujer polifacética, que también colabora con medios de comunicación y ejerce como jueza en algunos de los certámenes enológicos más prestigiosos del país, como el Concurso Nacional de Marcas de Mezcal y Destilados Mexicanos o el México Selection by Concours Mondial de Bruxelles (CMB).
Este año coincidimos en la sesión de vinos tintos y blancos del CMB, que tenía lugar en la ciudad de León de los Alama, la más populosa del vitivinícola estado de Guanajuato, cuna de la independencia nacional.
¿Qué papel desempeña el vino en la cultura mexicana?
El vino en México es un producto que, todavía a día de hoy, es consumido por un pequeño sector de la población mexicana. No tiene nada que ver con lo que ocurre con los destilados de origen mexicano, como el tequila o el mezcal, que están respaldados por una tradición de siglos.
Debemos tener en cuenta que el consumo per cápita es de apenas 1,2 litros al año y que el vino está todavía considerado como un producto de lujo, inalcanzable para un gran sector de la población mexicana. No es, por tanto, un producto de primera necesidad y tampoco existe ninguna política de apoyo al consumo.
Sin embargo, tengo que decir que, como española viviendo en México desde 2011 y como profesional vinculada con varias de las ramas en las que el vino está presente, como la restauración, la docencia y la distribución, estoy observando un cambio en la percepción. Sobre todo, desde la pandemia, que permitió que la gente pudiera acercarse más a este producto y lo consumiera, si bien es cierto que aún es visto como algo inaccesible.
¿Qué tipo de personas suele entonces consumir vino en México? ¿Dónde acostumbran a adquirirlo?
Pues, además de las personas que pertenecen a un estrato sociocultural medio-alto y gente de negocios, lo consumimos básicamente las personas extranjeras que vivimos en México. Los canales de venta tradicionales han sido las tiendas especializadas y las grandes superficies, aunque desde la pandemia se ha observado un importante crecimiento del comercio electrónico.
¿Cuál es su precio en comparación con el de otras bebidas alcohólicas más implantadas como el tequila o el mezcal?
Si tenemos en cuenta los destilados y hacemos un análisis global, el vino tiene un mayor coste. En este sentido, no podemos olvidar que el rendimiento de una botella de destilado es mucho mayor, pues las porciones que se sirven son inferiores.
¿Cómo se consume el vino en México?
El vino en México se consume principalmente durante algunas celebraciones o bien con las comidas en restaurantes, especialmente los fines de semana. Solo las familias de origen europeo, para las que el vino es un producto tradicional, lo consumen en otro tipo de contextos.
En tu opinión, ¿cuenta la industria vitivinícola mexicana con un suficiente nivel de profesionalización?
Poco a poco, estamos siendo testigos de un crecimiento de la especialización en la industria vitivinícola mexicana. Muchos viticultores se forman y se preparan para mejorar sus procesos de elaboración. El hecho de que la Organización Internacional del Vino (OIV) eligiera el estado de Baja California para celebrar el 43 Congreso Mundial de la Viña y del Vino y que la última edición de la sesión de vinos blancos y tintos del Concours Mondial de Bruxelles tuviera lugar en Guanajuato ayuda a impulsar la vitivinicultura local y a que se prepare mejor.
Por su parte, la prensa especializada, los sumilleres, los docentes y los enólogos trabajan cada vez más para transmitir que el vino es algo accesible y para que sea identificado como un producto de convivencia. Y eso parece que se está traduciendo en un paulatino crecimiento del consumo.
¿Cuál es el nivel de cohesión de este sector en estos momentos?
El Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) está demostrando su apoyo a los vitivinicultores de las 17 zonas productores que actualmente se reparten por México. Además, gobiernos como el de Guanajuato están apostando fuerte por el sector y todo ello está favoreciendo la cohesión.
¿Qué imagen tienen los vinos españoles en México? ¿Cuáles son los demandados?
En general y desde hace ya muchos años, los vinos españoles están muy bien posicionados en México, especialmente los de la Ribera del Duero. En los últimos tiempos, son muchas las denominaciones que, como Rioja, Rueda, Rías Baixas, Catalunya y Jerez, además de la mencionada Ribera del Duero y otras tantas, se están desplazando al país para ofrecer catas y cursos de capacitación con el objetivo de dar a conocer sus vinos. Muchas de ellas cuentan incluso con la figura de los formadores o especialistas en diferentes regiones.
El vino español es uno de los más vendidos en México, se lo conoce bien y eso se debe principalmente a todas las campañas que está realizando.
En cuanto a la demanda, los más solicitados son los jóvenes, crianzas y robles de Rioja y Ribera del Duero, aunque también es verdad que otros vinos, como los de Rías Baixas están creciendo mucho últimamente.
¿Qué debería hacer España para continuar siendo líder en volumen, pero también mejorar el valor de sus exportaciones frente a otros países como Italia y Francia?
España debería continuar, e incluso incrementar, el número de campañas que realiza a través de sus presentaciones. En este sentido, el ICEX está realizando una buena labor, igual que otras tantas oficinas españolas que, mediante el envío de muestras, dan a conocer sus vinos. También lo está haciendo muy bien la Generalitat de Catalunya, que promueve la exportación a través de las diferentes campañas que realiza en ferias como Alimentaria México.
¿Cuáles son las principales amenazas a las que se enfrentan las importaciones de vinos españoles en México?
Básicamente los impuestos y los costes aduaneros, aunque también es verdad que la falta de ayudas al sector hace que los vinos mexicanos se encarezcan sensiblemente más y pierdan competitividad.
¿Qué consejo darías a las bodegas españolas que ya exportan o aspiran a exportar sus vinos a un país como México?
México es un país muy grande, con mucho volumen de población, y tiene un enorme potencial para el vino. Mi consejo para las bodegas españolas es que sigan fortaleciendo sus canales de distribución y que continúen formando a los profesionales para que puedan dar a conocer sus vinos.
También les diría que no se ofusquen con el número de habitantes. México es un país todavía muy virgen en el consumo.
Con amigos.
El Empordà.
El Celler de Can Roca, y si está Josep (Pitu) Roca para poder hablar un rato, mejor.
Sardinas a la brasa con un Cava Brut Nature o una Garnatxa Blanca del Empordà o Terra Alta.
Los domingos en casa, Girona, con la paella de marisco, el cava y la familia.