
Viajamos hasta Jumilla para descubrir este Monastrell 100%, esencia de esta denominación de origen. Aquí busca el protagonismo de una uva en su clima continental, pero con la fluidez del Mediterráneo siempre presente., con la zona y variedad como protagonistas.
La Monastrell en seguida se detecta, con una fruta en primer plano, con un punto goloso, casi licoroso, que siempre es agradable, con notas de farmacia, eucaliptos y mentolados que imprimen frescor. EL vino te envuelve desde el primer trago, te llena, te lleva a la zona, a Jumilla, con una calidez contenida por esa parte frutal y balsámica y esos 4 meses de crianza que hacen que sea muy directo e inmediato.