Se ha descubierto en un yacimiento de la localidad sevillana de Carmona
Hasta ahora, el vino líquido conservado en el interior de la conocida como botella de Speyer, descubierta en Alemania en 1867, está considerado el más antiguo del mundo. De origen romano, está datado en el siglo IV d.C. y es, por tanto, de fecha más reciente que el que un equipo de arqueólogos acaba de descubrir en un yacimiento de la localidad sevillana de Carmona, cuya fecha de elaboración se estima tres siglos antes. También romano, la clave de su identificación han sido los polifenoles, si bien se diferencia del anterior en que, pese a su actual color rojizo, en su origen era un vino blanco, pues los análisis han revelado la ausencia de un pigmento denominado antocianina malvidina-3-glucósido, solo presente en los tintos.
Lo curioso en este caso es que en la urna de vidrio que lo ha protegido durante estos dos mil años se han encontrado sumergidos los restos óseos de un hombre que compartía panteón con otras tres personas, pertenecientes con toda probabilidad a una familia adinerada de la antigua Carmo.
El reto era comprobar las sospechas que tenía el equipo de investigación: que ese líquido rojizo era vino o, más bien, que en otra época fue vino porque ya había perdido muchas de sus características esenciales, y para ello recurrieron a una serie de análisis químicos, realizados en el Servicio Central de Apoyo a la Investigación (SCAI) de la UCO y que han publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports.
La clave para su identificación la dieron los polifenoles, unos biomarcadores presentes en todos los vinos; gracias a una técnica capaz de identificar estos compuestos en muy baja cantidad, el equipo halló siete polifenoles concretos que también estaban presentes en vinos de Montilla-Moriles, Jerez o Sanlúcar.
Lo que ha sido más difícil de determinar es el origen del vino ya que no existe una muestra de la misma época para comparar, pero, aun así, las sales minerales presentes en el líquido que guarda la tumba tienen concordancia con los vinos blancos que actualmente se producen en el territorio que perteneció a la antigua provincia Bética, sobre todo con los de Montilla-Moriles.