Por Eugenia Rubio
Aunque de momento no han presentado cifras concretas, las cooperativas vitivinícolas de Castilla-La Mancha prevén que la campaña de vendimia se adelantará este 2023 a causa de las altas temperaturas y que la cosecha descenderá notablemente con respecto a la anterior campaña debido a la sequía. En la campaña anterior se obtuvieron en la región 18,5 millones de hectolitros de vino, un volumen ya inferior a la media.
En lo que respecta a la comercialización, las cooperativas castellano-manchegas estiman que tanto el mercado nacional como los internacionales seguirán marcados por la inflación. Apuntan que las ventas de blancos se orientarán ligeramente al alza, al tiempo que se frenará la tendencia a la baja que registraban las de vinos tintos en los últimos meses.
En cuanto a los precios, dado que la producción no va a ser muy grande, se espera que suban, sobre todo si sigue sin llover.