Esta histórica bodega canaria nos presenta uno de sus vinos más identitarios, elaborado con la local Malvasía Volcánica.
Le podríamos pedir algo más de intensidad, aún así el vino se defiende, encontrando fruta entre cítrica y tropical, de ahí a la parte agreste, herbácea y floral que en todos sus aspectos suman, dejando un ligero fondo de levaduras e hidrocarburos.
Boca donde mantiene la parte frutal y la floral pero donde en mitad de boca crece la complejidad del vino, con notas más minerales, donde también vuelven los hidrocarburos, la acidez imprimiendo la justa frescura y el final de buena persistencia con reflejos salinos.