
Que un hotel tenga sus propios viñedos y produzca su propio vino puede que no sea, a priori, algo extraordinario. Pero si hablamos de Castilla Termal Monasterio de Valbuena, erigido sobre los muros de uno de los monasterios cistercenses del siglo XII mejor conservados de Europa, cobra interés ya que nos evoca la época de los monjes cistercenses, padres o precursores de los vinos en la Ribera del Duero para algunos expertos.
Cogiendo su testigo, el hotel ha seguido trabajando sus viñedos y elaborando con sus mismas uvas su propio vino, llamado ‘Converso’. El nombre viene de los ‘conversos’, personas no religiosas que trabajaban a cambio de comida y cobijo ayudando a los monjes en algunas de las labores agrícolas.
El vino acaba de recibir además el premio Zarcillo de Plata por su cosecha de 2016, y actualmente hay una producción de 5.500 botellas que sólo se pueden consumir o comprar en los cuatro hoteles de Castilla Termal Hoteles. Es un vino tinto cosecha 2016, 12 meses en barrica y DO Ribera del Duero. Procede 100% de la uva Tinta del País, que se recoge de los viñedos más antiguos, concretamente del viñedo que rodea al Monasterio de Santa María de Valbuena, en el término Municipal de San Bernardo-Valbuena de Duero.
La uva se vendimió el día 5 de octubre de 2016, en cajas de 20 kg de capacidad. Se encuba en depósito de acero inoxidable y comienza la fermentación alcohólica a una temperatura controlada de 27ºC. Permanece en depósito durante 15 días, hasta el fin de la fermentación. Ésta se realiza en barrica en el mes de diciembre. A principios de enero entra a barrica bordelesa, de roble francés y americano, nuevas y de un vino, donde permanece 12 meses. Transcurrido ese tiempo se embotella, sin realizar tratamiento de clarificación ni estabilización, por lo que es posible que aparezca algún sedimento de color en la botella.
El vino tiene tonos azulados que denotan juventud y reflejos granates debido al paso por madera. En nariz es amplio y goloso, con buena fruta negra típica de la variedad, madera bien ensamblada, sensaciones de vainilla, lácteos y cuero. En boca es un vino largo de paso amable, donde nuevamente notamos las sensaciones lácteas y de fruta madura.