María José Plasencia y Raquel Navarro
Sumilleres del restaurante El Rincón de Juan Carlos
Uno de los productos vitivinícolas canarios más reconocidos en los últimos tiempos son los vinos dulces. Elaborados desde el siglo XVI con las variedades Listán Blanco, Moscatel, Malvasía, Sabro, Pedro Ximénez y Listán Negro, adquieren en Canarias prestigio con su vino dulce Malvasía, Canarias o Canary.
El origen de la variedad Malvasía se encuentra en el Mediterráneo, concretamente en las islas griegas, desde donde se expandió hacia el oeste en tiempos medievales llegando a la Península Ibérica. Desde aquí, los castellanos y portugueses la llevaron a las Islas Canarias y Madeira.
En el siglo XVI, los vinos dulces canarios ganaron prestigio internacional, tanto que se exportaron a Reino Unido, entonces el mercado más importante. De hecho, ilustres escritores como William Shakespeare los mencionan en su obra llamándolos sack o canaries.
Hoy, la producción en Canarias de vinos dulces es variada. Los hay dulces jóvenes, como el Blanco Dulce Altos de Trevejos, un vino realizado con Moscatel y Malvasía; también aparecen con añejamiento como el Canari de Bodega El Grifo: mezcla de vinos con soleras de 1956, 1970 y 1997, de la variedad Malvasía. Es un vino que, a pesar de su largo envejecimiento, presenta un elegante equilibrio.
En el sur de Tenerife se elabora El Testamento, un vino de licor de Malvasía, que es considerado uno de los referentes de nuestra isla. Se produce hace ya más de 10 años en la Denominación de Origen Abona.
Son muchas las bodegas que han lanzado al mercado vinos dulces en los últimos años. A partir de nuestra experiencia en El Rincón de Juan Carlos podemos afirmar que estos vinos son versátiles para los maridajes. Disponemos de medio centenar de vinos dulces que consideramos que son únicos, y nos permiten hacer felices a los clientes. Es muy gratificante ver cómo disfrutan con este tipo de vinos. En su gran mayoría son vinos de pequeñas producciones, por lo que muchas de estas botellas son referencias exclusivas difíciles de conseguir.
Por ejemplo, uno de nuestros postres, taco de maíz, yogur, ajo negro y cilantro, lo solemos acompañar con un vino naturalmente dulce de Listán Blanco y Malvasía, Blanco Dulce de Suertes del Marqués. O para nuestro postre de violetas, plátano y palo cortado elegimos acompañarlo con Paisaje de Las Islas de Bodegas Tajinaste, que elabora Agustín Ferrais con uvas de Malvasía del sur de Tenerife. Son pocas botellas las que elaboran cada dos años.
Otro postre que maridamos con vino dulce es el de chocolate Orelys, espuma de regaliz, helado de mandarina y yuzu. Para este utilizamos el Don Vicente Losoyos, un Moscatel de la zona de Bandama de la isla de Gran Canaria. Reconocemos que nos sentimos privilegiadas, ya que se elaboran tan solo 60 botellas en cada añada, de las cuales nos hemos quedado con la mayoría para que nuestros clientes puedan disfrutar de esta combinación, aunque solo sea por un corto espacio de tiempo.
Un vino dulce singular del norte de Tenerife de la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo es el Vino Padre Miguel Monje, un tinto elaborado con Listán Negro en el que se usan uvas sobremaduradas en viña y se fortifica; una práctica heredada de la influencia portuguesa.
Este vino se utilizaba para encabezar vinos jóvenes cuando las cosechas presentaban dificultades por el color o grado a causa de las lluvias tardías en la vendimia.