Llega la tercera edición del proyecto creado junto al desaparecido artista Carlos Cruz-Diez
Gracias a la colaboración con Carlos Cruz-Diez (1923-2019), durante las próximas tres décadas cada añada de Vitral de Otazu irá acompañada de una etiqueta y una obra diferente de este reconocido artista venezolano, tanto en la etiqueta como en la caja de vino.
Carlos Cruz-Diez, inspirado por la historia de la Bodega, creó 30 obras distintas llamadas Cromointerferencia Otazu. En estas obras, diferentes capas de líneas generan colores que no están en el soporte y que se modifican ante la mirada del espectador. Cada una de estas piezas acompañará a las 30 añadas de Vitral de Otazu desde la primera, de 2013, hasta la última, de 2042. Además junto con la botella se adquiere las piezas con las que construir, mediante un sistema de imanes y sujeciones, una obra monumental del maestro Latinoamericano. Después de 30 años, el resultado es una obra de 2.10 m x 1.80 m compuesta por las 30 Cromointerferencias individuales. Esta pieza es manipulable y admite 90.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 de posibilidades diferentes.
Vitral de Otazu está elaborado con las mejores uvas Cabernet Sauvignon (72%) y Merlot (28%) que provienen de solo dos viñedos singulares ubicados en la propiedad, reconocidos bajo la DOP Pago de Otazu. El nombre es una referencia directa a las vidrieras (vitrales) de alabastro de su sala de barricas subterránea, donde se cría durante 25 meses en barricas de roble francés.