Garnacha Tinta | Vintae | Sin DO |
Los campos que circundan el Monasterio de San Millán de la Cogolla, en el valle riojano del Alto Najerilla, lucen hoy verdes cuando, al llegar la primavera, los cereales comienzan a asomar con sus primeros brotes. Una escena que no siempre fue así, pues en esas mismas tierras se cultivaba antaño el viñedo, como así queda recogido en diversos legajos históricos custodiados por la biblioteca emilianense de los monjes.
En un intento de recuperar esas viñas perdidas, Vintae comenzaba en 2015 un proyecto de investigación que evidenciaba unas condiciones climatológicas muy similares a las de Champagne. Fruto de aquella curiosidad nacía el espumoso Pandemonium, en sus versiones Blanco de Blancas, elaborado con Viura; y este Blanco de Tintas, que recurre a la Garnacha tinta.
Es aquella una tierra de misticismo y espiritualidad, de energías ocultas y misterios sin resolver. Allí conviven el pecado y la virtud en extraña armonía. Un lugar en el que también se celebran Pandemonium, o reuniones de demonios, que se enfrentan a este vino por no creerlo posible.