
BODEGAS NEO
DO Ribera del Duero
Neo es, como le gusta comentar a su director Iván Izquierdo, “el proyecto de unos amigos que transformaron sus sueños en forma de vino”. Una idea que va tomando forma de manera natural, ya que todos ellos trabajaban en el mundo del vino, y que al final se materializa, en 1999, en Neo. “La primera añada fue en 2020, con muy poquitos recursos. Alquilamos un antiguo molino de agua en Aranda de Duero que nosotros mismos reformamos para convertirlo en nuestra primera bodega”. Así nacieron las primeras 10.000 botellas de Neo. Un vino que obtuvo un recibimiento inmejorable por la crítica, lo que les animó a apostar definitivamente por este proyecto con la creación de una bodega nueva. Y junto al vino, la música, siempre presente, su otra gran pasión. Creadores del festival Sonorama, son la única bodega con un estudio de grabación en su interior, en una apuesta por esta fusión inmejorable en todos sus ámbitos.
La música del vino
Su vínculo con la música, confiesa Iván, “viene de siempre (...) Todas nuestras actividades y planes siempre estaban relacionados con la música y el vino. Javier, uno de los socios, tenía una tienda de discos que se llamaba El Planeta Sonoro y que hoy también es el nombre de nuestra productora musical y de eventos. La tienda no iba muy bien y para tratar de salvar el proyecto decidió hacer un festival. Así nace Sonorama en 1998. Se puede decir que la música siempre ha estado con nosotros y que los proyectos musicales fueron antes que el vino. Así que no podíamos tener una bodega sin juntarla con nuestra otra gran pasión. En la bodega tenemos un fantástico estudio de grabación, Neo Music Box: se puede ver una exposición fotográfica de artistas nacionales e internacionales y disfrutar al tiempo de una copa de vino”. Una fusión, vino-musical, a la que le pedimos que ponga sonido..., y etiqueta. “Hay un grupo que siempre nos ha acompañado y son Los Planetas y si tuviera que elegir una canción sería Nunca me entero de nada”. Respecto a qué vino elegiría, “Neo, porque es el niño de la casa, el vino con el que empezó nuestro sueño y que da nombre a la bodega”.
Festivales para “democratizar” el vino
“Para nosotros siempre ha sido un objetivo, utilizamos la música como vínculo con los jóvenes y no tan jóvenes. En todos los conciertos y festivales que organizamos hay un Wine Bar” -señala Izquierdo-. “Intentamos acercar a la gente el vino (...), que cada uno disfrute de la mejor bebida del mundo como más le apetezca, un calimocho, un trago largo de porrón... Solo hay que ponérselo fácil, en un lenguaje y ambiente donde ellos se sientan cómodos. Ese debe ser el gran objetivo de las bodegas”. Ellos lo tienen claro y solo piden al futuro “seguir creciendo, aprendiendo y luchando por nuestros sueños con la misma ilusión que empezamos hace 25 años”.