
Beber dos siglos de historia
Elaborado con uvas verdejo de una solera datada en 1900, este “dorado” cuenta con una doble crianza, primero biológica y después oxidativa. La solera es una de las que se han conservado de la bodega histórica de la Familia Sanz en Secala-Menade 1820. “Nuestros antepasados elaboraban este tipo de vinos en los depósitos de hormigón situados en las cavas, donde, de forma natural, se creaba velo de flor.
Tras el tiempo correspondiente, el vino se sacaba y se procedía a rociar la cuarta criadera”. En 1967, la bodega se inundó y la solera fue viajando de una bodega de la familia a otra… Medina, Rueda, de nuevo a La Seca… Hasta que Richard Sanz reactivó el sistema de criaderas en 2018, pero reinterpretándolo. El vino con el que se rocía, verdejo de cepas centenarias, cría alrededor de un año en tinajas de barro bajo velor de flor. Posteriormente, pasa a rellenar la tercera criadera. Se realizan dos sacas anuales, en otoño y primavera, de este espectacular vino en rama.